En un momento en el que las métricas son fundamentales para demostrar los resultados de una campaña o acción determinada, las compañías deben optar por medir el engagement de manera global. Esto significa ir más allá del número de seguidores, likes o comentarios y tener en cuenta el valor de otros indicadores.
Actualmente a nuestra disposición existen multitud de herramientas digitales, tanto gratuitas como de pago, que nos permiten obtener datos tan relevantes como el lugar desde donde los usuarios acceden a la página web, la frecuencia con la que la visitan o el scroll que hacen en la misma.
A la hora de medir el engagament es importante, también, conocer si el contenido que hemos compartido le ha interesado a nuestro público, si ha influido en su decisión de compra y/o la percepción de la marca. En definitiva, averiguar el compromiso, seguimiento e interacción que existe entre una marca y sus seguidores en el mundo digital.
Toda gestión requiere de métricas y éstas deben ser específicas con fórmulas sencillas. Para poder establecerlas, debemos diferenciar la manera en la que el usuario interactúa con la marca -web, blog, redes sociales o email marketing- y establecer un ratio que cuantifique su nivel de respuesta. Cada usuario que navega a través de Internet deja un sinfín de información muy útil para establecer la estrategia de una marca y aquella empresa capaz de monitorear esos datos, leerlos e interpretarlos correctamente, tendrá unos buenos cimientos para establecer una estrategia que consiga enamorar a su público.
En la construcción estratégica de una marca tenemos que tener en cuenta que el engagement va más allá de un like, es una relación a largo plazo. Es muy complicado conseguir el compromiso de una persona con una marca y requiere de muchos esfuerzos para mantenerlo en el tiempo. Por eso, es importante nutrir los diferentes canales de comunicación que establezcamos y que lograrán entablar conversaciones entre ambas partes.
La medición del engagement de manera global abre a las empresas un universo de oportunidades comerciales y de branding. Conseguir ingresos y lograr el ROI depende de la visión estratégica de cada compañía en el desarrollo de contenido y su publicación en losdiferentes medios sociales. En ocasiones el secreto está en pensar en la audiencia y no tanto en la propia marca.
Y es que, muy ligado al engagement están las emociones y la capacidad que tienen las marcas para empatizar con sus públicos ya que es la única manera de crear vínculos que perduren en el tiempo. Las empresas deben saber el momento más adecuado para interactuar con sus seguidores, el mensaje más idóneo que deben compartir a través de un canal determinado y la manera más relevante de hacerlo.
Nos encontramos en un momento en el que el consumidor está más informado, es más exigente con las marcas y quiere ser partícipe de cada una de sus decisiones. Consume y utiliza los productos y servicios de una manera más autónoma y prioriza la inmediatez y personalización a la hora de comprar. Ante este empoderamiento, el análisis de los usuarios online debe ser el primer objetivo de las marcas para segmentar sus públicos y saber cómo actuar con cada uno de ellos. Las plataformas tecnológicas y la hiperconectividad son los grandes facilitadores que nos permitirán conquistar al cliente, establecer unos KPIs de acuerdo con los objetivos y estrategia de la empresa y alcanzar así, el engagement deseado.