Esta semana, La República, uno de los diarios económicos y financieros más importantes de Colombia, ha publicado la tribuna de Núria Vilanova titulada Chile, ¿ejemplo a seguir en América Latina?. En esta ocasión, la presidenta de ATREVIA ha querido dirigir su mirada y la de los lectores hacia la exitosa experiencia de los chilenos en su lucha contra la COVID-19.
Tanto por la rapidez de su respuesta para mitigar el impacto sanitario del coronavirus como por la ejecución de medidas económicas, cabe pensar en el país chileno como todo un ejemplo a seguir. Así lo respaldan los sondeos que demuestran que la percepción de la población es que la crisis se maneja de forma adecuada, y hay un alto compromiso social para reducir sus efectos.
«(…) La pandemia llegó en un mal momento a Chile. En medio de un clima de protestas sociales, a las puertas de un referéndum para cambiar la Constitución y cuando las exportaciones remontaban y daban aire para la recuperación económica.
Sin embargo, una rápida reacción para detener la pandemia, una batería de medidas de apoyo a familias y empresas y el resurgimiento de China hacen prever una rápida recuperación económica. El FMI prevé que el PIB caerá en 2020, 4,5% y que tendrá un robusto avance de 5,3% en 2021, evolución más favorable que la media regional: -5,2% y +3,4%. El BM otea una caída del 3% en 2020 y un +4,8% en 2021.
Chile es uno de los países de Latam que ya están en fase de salida gradual del confinamiento, mucho antes que sus vecinos. ¿Cómo lo hizo tan rápido? El 18 de marzo, el Gobierno adoptó medidas de emergencia por 90 días y cerró fronteras. Luego impuso toque de queda nocturno y aisló áreas de alta incidencia. En el lado económico, se implementaron transferencias de efectivo para personas sin empleo formal, se aplazaron pagos de impuestos a empresas y se implementó una ley para regular el teletrabajo.
Chile tiene un bajo número de contagios en el área y una tasa de mortalidad de 0,5%. El sistema de salud está a la altura en el tratamiento de enfermos y hay una red de laboratorios capaces de gran cantidad de pruebas, uno de los útiles más eficaces contra el virus. La clave ha sido que se hacen 3.000 pruebas al día, el mayor número por habitante en Latam. Y los chilenos se han unido contra la crisis: la mayoría de los manifestantes se retiró rápidamente y la población cumple las normas de distanciamiento social.
Un factor de éxito de la estrategia chilena ha sido la celeridad de la toma de medidas una vez que el primer caso de coronavirus fue detectado. Por ejemplo, las escuelas se cerraron 12 días después de que el primer caso fuera conocido, mientras que en Italia esto pasó 33 días más tarde y en Brasil 21 días después. Con respecto al cierre de fronteras, Chile lo decretó 13 días después del primer caso».
Si quieres leer el artículo completo, puedes hacerlo aquí.