Este domingo, con motivo del Día Internacional de la Mujer, ATREVIA ha aparecido en las páginas del diario El Mundo como ejemplo de empresa liderada por mujeres. El reportaje, firmado por la periodista Raquel Villaécija, introduce la agencia como »una de las empresas de comunicación más importantes de España, fundada en 1988 por Núria Vilanova, con oficinas en todo el mundo, en la que -destacan- hay una mayoría aplastante de mujeres: de los 398 empleados, el 75% son féminas. Ellas mandan, toman las decisiones y ejecutan. Son un rara avis en un mundo empresarial con una mayoría apabullante de hombres en los Consejos de Adminsitración».
La aparición en este medio ha contado con la intervención de Manuel Mostaza Barrios, director de Public Affairs de ATREVIA, que ha relatado su experiencia al aterrizar en la consultora hace ahora tres años. Lo que más le llamó la atención es que hubiera tanta gente que llevara tantos años trabajando en la empresa, en un sector, el de la comunicación, que es muy dinámico y en el que la gente se mueve mucho. «Somos un caso raro porque somos una empresa familiar, catalana y de mujeres», ha señalado Mostaza, que es el único hombre al frente de una delegación de Atrevia en Europa, la de Bruselas.
Preguntado acerca de cómo gestiona trabajar rodeado de mujeres y que sean ellas quienes toman las decisiones pertinentes, Mostaza afirma llevarlo con mucha «normalidad y naturalidad». «A partir de un determinado nivel se mira la calidad profesional y como aquí hay más mujeres que hombres lo lógico es que las directivas sean mujeres», explica.
El Comité de Dirección de ATREVIA lo componen siete miembros: cinco son mujeres y dos hombres. Y de los mandos intermedios (43 en total), el 67,5% son mujeres, frente al 32,5% de hombres.
La ocasión ha servido también para que Mostaza, en calidad de portavoz, destacara algunos de los aspectos más valorados por los trabajadores de la compañía. «En ATREVIA hay mucho respeto a los horarios, son flexibles y hay posibilidad de teletrabajar», señala justo antes de añadir que, sobre todo, lo que nota y agradece es es que «no hay presencialismo cuando está el jefe». «La gente sale a su hora y se intenta que todo el mundo pueda conciliar», añade.
El teletrabajo es otra de las virtudes que salen a relucir. Si hay gente que es de fuera de Madrid y se va el fin de semana a su casa se le permite que teletrabaje el viernes, por ejemplo, para que pueda viajar el jueves, cuando los billetes son más baratos. Los trabajadores también pueden trabajar desde casa si sus hijos se ponen enfermos o si les surgen imprevistos doméstico… «Aquí el desempeño profesional no está reñido con la conciliación», dice Mostaza. La muestra de ello es que «poner una reunión a las siete de la tarde es impensable», y hay flexibilidad «para entrar y salir». «A esas horas, además, es que ya no rindes igual», concluye.
Si lo deseas, puedes disfrutar del reportaje completo aquí.