Desde hace unos años, las memorias e informes corporativos han cobrado una importancia destacada dentro de las herramientas de comunicación y posicionamiento de las empresas. Cada vez son más las compañías que, sin estar obligadas a hacerlo, deciden apostar por elaborar una memoria en la que comunicar de forma transparente a sus grupos de interés no solo su actividad anual, sino también su filosofía como organización, su forma de hacer negocio y, sobre todo, su compromiso con el desarrollo sostenible.
Así, si antes existía mayor diferenciación entre realizar un informe de actividad y uno de sostenibilidad, la tendencia actual es combinar ambos aspectos en un único documento integrado, puesto que la responsabilidad social corporativa está presente en todos los ámbitos del negocio, fruto de la demanda, por parte de la sociedad, de un compromiso responsable que se refleje en sus políticas laborales, económicas y ambientales.
Un compromiso de todos
Dentro de este contexto, los retos a los que se enfrentan las empresas a la hora de elaborar estos documentos son muchos. Uno de los más complicados será implicar a todos los departamentos y equipos en el proyecto y en la recopilación de la información y datos.
Para los profesionales que desarrollamos estos proyectos, el desafío es hacer una buena estructura del documento y transmitir todos los datos, muchas veces bastante áridos, de una forma amena que despierte el interés del lector. Por su parte, diseñadores y creativos tienen que aportar todo su talento para, a partir de un informe repleto de contenido, crear un soporte visualmente atractivo que invite a la consulta en el que se destaquen todos los mensajes deseados.
La elección del soporte, clave del éxito
La elección del soporte también condicionará la futura memoria. Hay que pensar bien en qué formatos hacerla para llegar de forma eficaz a los destinatarios. No es lo mismo hacer un informe clásico en papel que realizar una memoria digital, donde prima la usabilidad y la accesibilidad desde cualquier dispositivo, o desarrollarla en formato audiovisual, mucho más versátil y adecuada para su difusión en redes sociales.
Llegados al convencimiento de elaborar una memoria corporativa, las claves para lograr el éxito son:
- Que la empresa esté completamente comprometida y convencida de que quiere hacerla, porque así facilitará los medios necesarios para llevarla a cabo
- Mantener una relación fluida con los grupos de interés para tener información real de sus necesidades y demandas
- La transparencia de la empresa para dar todos los datos, tanto los positivos como los negativos
- Una buena estructura y capacidad de síntesis para facilitar al usuario su consulta
- Un diseño al servicio del contenido, que transmita imagen de marca y tenga personalidad propia
- Una buena difusión, para que llegue a todos sus grupos de interés. La utilización de Internet y de las redes sociales es clave para difundirla
Está claro que la publicación de una memoria reporta muchas ventajas. Las empresas se han dado cuenta de que hacer negocio de manera responsable puede convertirse en un instrumento eficaz de competitividad, aportando a la compañía un valor añadido, y la memoria les otorga mayor credibilidad, prestigio y autoridad, aspectos que en definitiva se convierten en beneficios a nivel interno y externo. Y comunicar de manera eficiente quiénes son, qué hacen y cómo lo hacen es la misión de las memorias.