El cambio climático ya no es una amenaza lejana, sino un factor que condiciona la economía y la vida social en todo el planeta. Las derivas políticas negacionistas a nivel global y la disolución del tejido social que reivindica una acción inmediata por el planeta marcan un horizonte gris que advierten de una desaceleración en los avances por el cuidado medioambiental. España, por su parte, consolida un impulso ‘eco’ que ya resulta imparable. Ya desde hace unos años, concretamente a…