Este 1 de julio ha entrado en vigor la regulación WP.29 para vehículos en Europa, que armoniza y endurece las medidas de ciberseguridad en los medios de transporte civiles. Acompáñenme en un relato de nuestra actualidad que mezcla nuestros coches (los presentes y los futuros), con los de los fabricantes chinos y hasta las redes sociales.
Entre otros objetivos, la WP.29 establece regulaciones técnicas internacionales para la seguridad, la eficiencia energética y las emisiones de los vehículos, buscando armonizar los estándares automotrices para mejorar la seguridad vial y reducir el impacto ambiental. Tendrá (de hecho, ya ha tenido) efectos directos sobre usted, amigo lector, ya sea usuario o parte de la industria del automóvil. Como conductor europeo la intención del legislador de la WP.29 es que esté más protegido desde este verano ante el robo o filtración de datos desde los servidores del fabricante; prevenir la inyección de software malicioso y la instalación inadvertida de virus en su vehículo; proteger la información personal al revender el coche; asegurar la descarga segura de actualizaciones de software; y evitar la manipulación remota de sus sensores y la intromisión en los sistemas del vehículo.
Desde el punto de vista del fabricante, las cautelas a introducir en el diseño de los nuevos modelos y en la adaptación de los existentes obviamente no son pequeñas. Que se lo digan a Porsche, que decidió adelantar la retirada del Macan en Europa, según anunció a finales de 2023; como consecuencia directa de las exigencias impuestas por esta nueva normativa.
La WP.29 (que seguro será revisada y endurecida a no tardar mucho) entra en vigor en una coyuntura histórica concreta, en la que desde Washington y Bruselas se endurecen las condiciones para los vehículos chinos. El fenómeno BYD que usted conoce no es ajeno a esta historia. Biden impuso hace unos días una tasa del 100 % a la importación de coches chinos; Trump tiene preparadas medidas en cuanto acceda de nuevo, como es su intención, a la Casa Blanca a partir de noviembre; y Von der Leyen propone aranceles de hasta el 48 %. Todos se quejan de las ventajas competitivas de Beijing, dada su normativa laboral, medioambiental e industrial. Y BYD dice que Europa y EE.UU. les “tienen miedo” porque sus coches son mejores y más baratos.
Metemos primera y nos vamos: ahora que en España sabemos un poco más -por la guerra en Ucrania y en Gaza- que lo que se decide en los despachos políticos internacionales tiene influencia directa en nuestras vidas y bolsillos, podemos tomar más fácilmente consciencia de la importancia del terreno de batalla geoestratégico de la ciberseguridad en nuestros próximos vehículos. Primera curva: Washington y Bruselas pueden ordenar que se ‘apague’ la red social china TikTok si la consideran una amenaza china a la democracia. Curva muy cerrada: pero, en 2028, a ver quién le quita a usted su coche chino (barato aunque las letras mensuales están ahí-, pero ‘cuqui’ y tecnológico), aunque se haya demostrado una amenaza espía para Occidente. Ojo, lluvia.