El sector turístico español se encuentra en un momento álgido, consolidándose como un motor de la economía nacional en 2025. De acuerdo con el informe más reciente de Exceltur, el turismo ha experimentado un notable crecimiento del 6,5% en 2024, un aumento que supera ampliamente el crecimiento del PIB español en general. Este crecimiento se traduce en una contribución económica de aproximadamente 222.000 millones de euros al PIB en 2025, lo que representa un 13,2% de la economía nacional. Aunque el ritmo de crecimiento se espera que se modere ligeramente, el turismo seguirá siendo un pilar fundamental del desarrollo económico, apoyando la creación de empleo y la inversión en infraestructuras.
Un reciente informe de Caixabank complementa esta perspectiva optimista, subrayando la recuperación del turismo internacional, con un incremento del 10% en las llegadas de turistas extranjeros en 2024, alcanzando los 94 millones de visitantes. Este repunte se debe, en gran medida, a la recuperación del turismo británico y de larga distancia, sectores que habían sufrido caídas durante la pandemia pero que ahora muestran signos de revitalización. El gasto medio por turista ha aumentado significativamente, superando los niveles prepandemia, lo que indica una mayor disposición a gastar en experiencias y servicios de calidad.
La demanda hotelera ha mantenido su robustez, con una tasa de ocupación que alcanzó el 69,5% en 2024, reflejando la fuerte atracción de España como destino turístico preferido. La rentabilidad del sector también ha mejorado, con un ingreso promedio por habitación disponible que ha aumentado un 10% respecto a 2023. Este aumento ha sido impulsado por una demanda sostenida y la capacidad del sector para ofrecer experiencias de valor añadido a los visitantes. Sin embargo, los precios en el sector turístico continúan elevados debido a la alta demanda, aunque la inflación ha mostrado signos de moderación, lo que podría favorecer un entorno más estable para el crecimiento futuro.
El turismo doméstico ha mostrado un dinamismo notable, con los españoles retomando sus viajes al exterior y aumentando su gasto en destinos internacionales. Esto ha contribuido a una mayor movilidad y un intercambio cultural significativo, al tiempo que ha impulsado el sector de servicios en el extranjero. Sin embargo, el turismo de negocios aún no ha recuperado completamente los niveles prepandemia, aunque representa una oportunidad de crecimiento a medio plazo debido a su alto gasto promedio y su potencial para generar ingresos adicionales.
Ambos informes coinciden en que la sostenibilidad y la innovación serán elementos imprescindibles para el futuro del turismo. La diversificación de la oferta turística y la desestacionalización se presentan como estrategias clave para mantener un crecimiento equilibrado y sostenible, asegurando que el sector continúe siendo un motor de empleo y desarrollo económico. Las iniciativas para integrar prácticas sostenibles y tecnologías innovadoras, como el uso de inteligencia artificial y big data, permitirán al sector adaptarse a las nuevas demandas de los viajeros y mejorar la eficiencia operativa.
El turismo en 2025 se perfila como una fuerza económica robusta y en expansión, respaldada por un aumento en el turismo internacional y un enfoque renovado en prácticas sostenibles e innovadoras. Con una capacidad demostrada para adaptarse a los cambios en el mercado y las preferencias de los consumidores, el sector turístico español está posicionado de manera sobresaliente para seguir siendo un pilar del crecimiento económico y un referente en la oferta de experiencias turísticas de calidad.