Con el mundo atento a Estados Unidos a pocos días de las elecciones, en ATREVIA nos hemos propuesto anticipar posibles escenarios y enfocarnos en el futuro de las relaciones transatlánticas. Daniel S. Hamilton, profesor de la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins y líder de la Transatlantic Leadership Network, organización que patrocinamos, conversó con el periódico El País sobre cómo el resultado electoral en EE.UU. podría influir en la relación con Europa, particularmente en temas de políticas energéticas y transición verde. A continuación os compartimos un pequeño extracto de la entrevista:
Pregunta. ¿Cómo afectará el resultado de las elecciones en Estados Unidos a la relación económica con Europa?
Respuesta. No solo elegiremos un nuevo presidente, sino también la composición de toda la Cámara de Representantes y un tercio del Senado. Gane quien gane, muy probablemente haya división [entre el Ejecutivo y el Legislativo]. Y eso suele ser sinónimo de que no se hace mucho… Es muy posible que durante al menos dos años, hasta las elecciones de mitad de mandato, no haya una dirección clara.
P. ¿Qué ocurrirá en energía, específicamente?
R. Si gana [Donald] Trump, hará todo lo posible para apoyar a las empresas petroleras: que puedan producir todo lo que quieran. Además, aunque ha criticado la ley de Reducción de la Inflación [IRA, por sus siglas en inglés], varios Estados gobernados por los republicanos están entre los mayores beneficiarios de los subsidios, por lo que sus gobernadores y senadores se opondrán [a cualquier cambio]. Una de las mayores lecciones de su primer mandato fue que, muchas de sus promesas acababan siendo rectificadas… No tanto por los demócratas, sino por sus propios colegas republicanos en el Senado… Probablemente veríamos eso de nuevo. Si gana Kamala Harris, en cambio, continuará con las políticas de [Joe] Biden: promover lo que en su día [Barack] Obama llamó “todas las energías”. Se ha retractado de sus puntos de vista antifracking, así que promoverá tanto los combustibles fósiles y las energías limpias. Y continuará con las ayudas a las tecnologías verdes.
P. ¿Puede Europa estar tranquila? Desde la invasión rusa de Ucrania, a principios de 2022, una parte muy sustancial del crudo y el gas que se consume en Europa viene de la otra orilla del Atlántico…
R. Los flujos de GNL [gas natural licuado, el que viaja por barco] se basan, sobre todo, en el precio. En 2022 y 2023, la cotización en Europa era tan alta que todos [los buques metaneros] iban para allá. Si eso cambia, irán al Pacífico. Europa debe seguir diversificándose, hacer que su transición verde funcione y reducir aún más su dependencia de Rusia. Aún hay mucha energía rusa llegando a Europa gracias a vacíos que Moscú aprovecha. Sería interesante saber qué va a hacer el nuevo Ejecutivo comunitario al respecto.
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