La Comisión Europea (CE), comprometida con el medioambiente, ha finalizado su evaluación sobre la identificación de la lista prioritaria de residuos para el desarrollo de nuevos criterios de “fin del desecho” en toda la UE. A finales de 2019, después de haberse declarado la situación de emergencia climática en el Parlamento Europeo, la UE aprobó el Pacto Verde Europeo, una estrategia integral que va más allá de las políticas de energía, clima y diversidad. Se trata de un paquete de iniciativas de gran calado político y social y cuyo objetivo fundamental es luchar contra el cambio climático.
Unos meses más tarde, en marzo de 2020, se aprobó el Plan de Acción de Economía Circular, uno de los bloques más importantes del Pacto Verde. La economía circular, de alta relevancia para nuestro ecosistema, busca reducir la presión sobre los recursos naturales a la par que crear crecimiento y empleo sostenibles. Además, también es un requisito clave para alcanzar la neutralidad climática de la UE para 2050.
En el marco de este Plan de Acción para la Economía Circular, la CE se compromete a desarrollar criterios sobre el “end of waste”. La Comisión establece que los criterios “end-of waste”, o fin del desecho, especifican cuando ciertos desechos dejan de serlo y se convierten en “producto” o materia prima secundaria. Es decir, tras someterse a varias operaciones de valorización, el desecho ha adquirido las mismas propiedades que una materia prima originaria, lo que permite que se comercialice en igualdad de condiciones que los productos no derivados de residuos.
Este compromiso tiene lugar después de que la misma Comisión indicara que las normas de “end-of waste” eran una de las cuatro cuestiones más críticas y que más obstaculizaban el desarrollo de la economía circular. Uno de los problemas es que las normas de los Estados miembro sobre esta cuestión no están armonizadas, por lo que es incierto saber cuándo un residuo deja de serlo para convertirse en un nuevo producto. Por ello, la Comisión decidió poner en marcha un estudio para conocer mejor las prácticas de los Estados miembro en cuanto a la normativa sobre fin de residuos, siendo publicado en 2020. Este estudio ofrece una visión general de las diferentes prácticas existentes y los problemas que plantea la falta de armonización de la UE.
Por su parte, tras varios años de estudios y consultas, el Centro Común de Investigación de la Comisión (JRC, Joint Research Centre), ha finalizado su evaluación basada en datos e información proporcionada por las partes interesadas y ha determinado una lista prioritaria de residuos para los cuales se empezarán a desarrollar nuevos criterios sobre la condición de fin de desecho. Los residuos elegidos como prioridad son el plástico (polietileno, residuos plásticos mixtos, plásticos de polipropileno recuperados o reciclados) y los textiles (ropa y otros textiles recogidos por separado preparados para su reutilización, fibras celulósicas recuperadas o recicladas y fibras mixtas recuperadas o recicladas).
De esta manera, y una vez elegidos los residuos, la Comisión comenzará a trabajar en el desarrollo de criterios “fin de desecho”, para establecer una armonización normativa en toda la UE y fomentar el desarrollo de una economía circular. En el caso del plástico se comenzará en el segundo trimestre de 2022 mientras que en el textil se dará inicio en 2023.