La 25ª cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) estuvo marcada por la buena sintonía entre China y la India, erigidas como las grandes potencias asiáticas. El presidente chino, Xi Jinping, ofreció el inicio de una nueva etapa cooperación y diálogo al primer ministro indio, Narendra Modi, quien por su parte defendió el papel protagonista de Asia en el nuevo orden mundial del siglo XXI. Modi destacó que el siglo XXI “será asiático” si las principales potencias de la región logran superar sus diferencias y trabajar juntas frente a los grandes retos económicos y de seguridad.
El acercamiento entre China e India se produce en un contexto de creciente tensión y competencia estratégica, con ambos países buscando equilibrar sus relaciones con Occidente y fortalecer sus posiciones en los foros multilaterales. Muchos analistas ven ya en esta cumbre un posible punto de inflexión para las relaciones bilaterales entre ambos países, aunque persisten las diferencias en materia fronteriza y comercial.