Me aventuro a apostar que casi sé, sin preguntar, que eres el interlocutor. Quien está detrás de la puerta, a punto de entrar, quien al otro lado del hilo telefónico espera localizar ávidamente a su interlocutor. Has llamado muchas veces a lo largo de este tiempo de mi estancia en centralita. Tantas que casi puedo verte, puedo intuir tu rostro, aunque llames desde el otro punto del planeta. Estas son cosas que tiene la llamada ‘atención telefónica’ y ‘atención in…