“El ejecutivo de una empresa debe ser capaz de ponerse hoy en primera línea para llegar a la gente, arremangarse, bajar a la calle y ponerse al lado de su equipo”. Estas son las palabras de Nuria Vilanova, presidenta de ATREVIA en una conferencia reciente. Este ejecutivo, sin duda, sabe que debe comunicar cuando lo hace, sabe que ponerse al lado de un equipo significa además, escucharle, sabe además, que en un mundo ‘sobre-informado’ como el actual, impactar es imprescindible si quiere que su mensaje llegue. En definitiva, concluía, “para comunicar, necesitamos impactar”.
Y conseguir lo segundo exige, necesariamente, alcanzar lo primero. Así, al líder se le presupone ser un buen portavoz, en los medios, en los encuentros, en los foros, ante sus stakeholders, pero también cuando se encuentra ‘al lado de su equipo’. Y ha de serlo en el sentido más amplio de lo que para nosotros, en ATREVIA, supone la palabra portavoz: ser y asumir el papel de fuente oficial de información de la compañía, creíble e impulsor de la mejor imagen de su compañía, generador de relaciones y capaz de influir ante los distintos públicos.
Decía George Bernard Shaw que “El mayor problema en la comunicación es la ilusión de que se ha logrado”, por eso ahora, el ejecutivo portavoz, el que se arremanga, sabe que ha de hacerlo con un discurso coherente y creíble, y ante todos los públicos en los que necesariamente ha de impactar su mensaje, ya sean sus colaboradores, ya sea en foros empresariales, ya sea en medios de comunicación o en el entorno institucional. Y necesita hacerlo con garantías de que está impactando de manera certera.