Recientemente, ATREVIA y el IESE Business School han organizado una nueva edición de su Foro Consejeros con la presencia de Antonio Ortega Parra, consejero ejecutivo y director general de Personas, Medios y Tecnología de Bankia.
Bajo el título El rol del Consejero Ejecutivo y la gestión de personas en entornos de transformación la jornada ha comenzado con las palabras de bienvenida de Núria Vilanova, fundadora y presidenta de ATREVIA, y el profesor del IESE, José Ramón Pin.
Con respecto al papel del consejero en la actualidad, Ortega Parra -que ha sido miembro de distintos consejos del sector financiero y otros como independiente, dominical y ejecutivo- ha asegurado que “un consejo tiene que cumplir dos funciones: definir la estrategia de la compañía y aprobar las políticas y el marco en el que se desarrollará la estrategia y la supervisión y control del ejecutivo”. “El consejero debe documentarse, plantear preguntas, requerir toda la información, participar y suscitar debate…Pero, sobre todo, (el ejecutivo) tiene que ser facilitador de las herramientas y la información necesaria para que el consejo pueda ejercer su labor y tomar buenas decisiones” explicaba.
Ortega Parra también hacía hincapié en cómo el foco de la empresa, desde hace tiempo, ya no es solo maximizar el valor del accionista. “Desde la llegada de la teoría de los stakeholders las empresas asumieron el deber de defender también los intereses de los clientes, empleados, proveedores y sociedad en general”. Algo que recoge la reciente declaración de casi 200 CEOs norteamericanos de la asociación Business Roundtable. Para Ortega Parra esta declaración “no es una novedad ni abre el debate sobre la importancia de los otros grupos de interés, pero si responde a los cambios sociales que están provocando esos stakeholders y a cómo se ha acentuado la necesidad de tenerlos en cuenta ahora más que nunca”.
¿Por qué? Los clientes cada vez piden más asesoramiento, transparencia, celeridad. La digitalización ha cambiado la mentalidad de los consumidores “acostumbrados a obtener todo con un solo clic” y lo exigen también a la hora de contratar un producto financiero. Los empleados y especialmente el nuevo talento, “ya no están tan preocupados por la seguridad laboral sino por tener un proyecto motivador en el que puedan desarrollarse y aportar ideas”. En lo que respecta a los ciudadanos, las empresas necesitan obtener el “permiso social” que les permita operar porque una empresa no es sostenible si la sociedad a la que sirve no entiende que le aporte valor. “Cada vez es más importante cuidar la reputación corporativa en un mundo en el que una parte de la sociedad no siempre entiende la labor o el cometido de una empresa” concluía Ortega Parra.
En este contexto es más importante que nunca contar con un gobierno corporativo excelente. ¿Cómo lo hicieron desde Bankia? En 2012, en plena crisis financiera, con la llegada del nuevo equipo gestor presidido por José Ignacio Goirigolzarri, el banco inició la renovación de su consejo y la definición de una nueva cultura corporativa, “un elemento esencial en la estrategia y actividad de la compañía”. Para Ortega Parra, la visión, “lo qué quieres ser de mayor”, es más que una intención, “hace falta un plan estratégico al servicio de ese propósito. Cómo movemos nuestras fuerzas para cumplirlo”. Los valores, la forma de ver la vida, “marcan el patrón de comportamiento que quieres tener en la organización e influyen en la estructura y procesos”. En este aspecto, la comunicación juega un papel fundamental a la hora de trasladar esa cultura y que permee en todos los que componen la organización.
Desde el banco pusieron en marcha un plan de comunicación con el nuevo proyecto y valores. “Un proyecto sostenible, en el que prima la meritocracia, la gestión de las personas y en el que no había objetivo que estuviera por encima del cumplimiento de los valores, que son lo que dan cohesión y sostenibilidad al proyecto” finalizaba.
Antonio Ortega Parra es consejero de BFA Tenedora de Acciones y de Cecabank. Ha sido director general adjunto en BBVA de banca internacional, director general de Banca en Europa y director general de Recursos Humanos.
Además, ha ejercido otras funciones de alta dirección en el sector financiero siendo consejero y vicepresidente de la Banca Nazionale del Lavoro (Italia), consejero de Bancomer (México) y Banco Continental (Perú).