Hoy 30 de junio celebramos el Día Mundial de las #RedesSociales. Según el último estudio elaborado por IAB Spain, un 85% de los internautas españoles de entre 12-70 años (es decir, 28,3 millones de personas) utilizan activamente estos canales, que ya podemos considerar una continuación paralela del entorno offline.
Las redes sociales son un espacio de conversación que se ha demostrado imprescindible para las empresas. Sin embargo, no basta con estar; hay que saber utilizarlas para lograr aprovechar las múltiples ventajas que estas plataformas ofrecen. ¿Cómo conseguirlo? Estos son los 7 errores más comunes que debemos evitar.
1.No profesionalizar su gestión. Los medios sociales son la carta de presentación de cualquier negocio en Internet. Por este motivo, delegar su gestión en personal no cualificado debería ser impensable. Aunque se va tomando conciencia de la relevancia de estos canales y las empresas invierten cada vez más en la formación necesaria y en la contratación de perfiles adecuados para desenvolverse correctamente en este entorno, muchas organizaciones han infravalorado tradicionalmente los riesgos de confiar esta responsabilidad sin el criterio profesional que exigen y sin pensar en cómo esto puede afectar a la reputación corporativa.
2. Las redes NO son un tablón de anuncios. Ni tampoco un escaparate de ventas. Aunque nos pueden y deben ayudar a conseguir clientes y, por ende, a incrementar los beneficios, los medios sociales son fundamentalmente un lugar para entablar un diálogo que nos acerque a nuestro público objetivo y nos permita conocer sus preocupaciones, prioridades y qué espera de nosotros.
3.No alimentar la conversación. Olvidar el sentido social de estas plataformas es ir contra natura. De nada sirve tener presencia en ellas si no se genera engagement con la comunidad. Una comunidad digital activa reporta grandes beneficios a todos los niveles, por lo que es esencial dedicar tiempo a interaccionar con los seguidores y potenciales usuarios de nuestra marca en redes, algo que también nos permitirá tener cierto control sobre lo que se dice de nosotros.
4.No ser creativos. En escenarios cada vez más plurales y fragmentados como es el entorno digital, la creatividad se subraya como el elemento diferencial por antonomasia. Cada empresa tiene por delante el imponente reto de lograr destacarse entre una audiencia sobreinformada y gobernada por la inmediatez. La originalidad es la clave.
5.Estar en todas partes, por estar. Un error muy frecuente es lanzarse a los diferentes canales sin premeditación, solo ‘para cubrir el expediente’ y presumir de que se tiene presencia en múltiples redes como si ello fuera sinónimo de modernidad. Es mucho más útil valorar qué nos ofrece cada plataforma y cuál nos interesa más de acuerdo con nuestros objetivos, y pensar también qué contenidos podemos ofrecer en cada una de ellas y con qué fin. Así evitaremos contribuir a un notable nicho de cuentas ‘fantasma’ inactivas que se conservan sin ninguna razón lógica y que, lejos de sumar, hablan en negativo de nuestra marca.
6.Carecer de estrategia. Enlazado con lo anterior, la presencia de un negocio, una marca o cualquier empresa en redes exige una planificación. Diseñar un Social Media Plan pasa por definir y cuantificar objetivos, KPIs, estudiar nuestro público objetivo, estudiar nuestra marca y producto, plantear diferentes acciones y contenidos, elegir canales y herramientas, acotar un presupuesto… En definitiva, llevar a cabo un ejercicio de análisis exhaustivo previo que razone cada paso a seguir.
7.Ir por libre. La coherencia y el sentido común deben guiar nuestra actividad en redes sociales, y esto implica actuar en todo momento de forma acorde a la marca, respetando la identidad y la imagen corporativa y mostrando cohesión con el propósito y la cultura empresarial.