El I Congreso Iberoamericano para Presidentes de Compañías y Familias Empresarias ha finalizado hoy con una mesa sobre las relaciones entre Europa y América Latina moderada por el presidente de PRISA, Juan Luis Cebrián.
El debate ha contado con la participación de grandes expertos de relaciones internacionales como el presidente de la Fundación Iberoamericana Empresarial, Josep Piqué Camps, el presidente de honor de CEAPI, Enrique V. Iglesias y Trinidad Jiménez de Telefónica.
Cebrián ha comenzado poniendo de relieve los serios problemas de integración por los que están atravesando ambos continentes. “La inestabilidad por la que pasa Europa se une a los problemas por los que pasa América latina: crisis en Brasil, elecciones en México, la situación en Venezuela”. Por su parte, Iglesias ha apostado por la idea de que “América latina debe aumentar la integración con el mundo y a la vez integrarse al interior para vincularse y afrontar la globalización que es fundamental para la región. La firma del acuerdo de Mercosur con la UE contribuiría a que Latinoamérica se vinculara más con Europa y al interior de la propia región. Por primera vez en muchos años hay empatía entre los sistemas europeos y latinoamericanos y ahora la relación tiene que basarse en cadenas de valor entre ambos lados del Atlántico y no solo en exportaciones de materias primas”.
Trinidad Jiménez ha resaltado “lo mucho que ha avanzado América latina desde los años 80. El valor añadido de España en el mundo es por su relación con América latina. España juega el papel que juega en el mundo por su vínculo con Latinoamérica. América latina es el Occidente y la UE, ahora debilitada, debe ser humilde para saber que Europa será más fuerte si se firma el acuerdo con Mercosur. La integración va a impulsarse gracias a la digitalización porque el mundo del futuro será digital o no será”.
A su vez, Josep Piqué ha comentado que “el papel de América latina en la globalización va a depender de lo que la región se crea de sí misma. América latina no es un proyecto político y mientras no avance la integración económica, comercial e institucional la región no tendrá una sola voz en el proceso de globalización. Soy optimista en cuanto a la firma del acuerdo entre la UE y Mercosur, sobre todo por los cambios que se han producido en Argentina y Brasil. Por eso, hay que apoyar a Mercosur y a la Alianza del Pacífico que es un proyecto con espíritu atlántico”.