El pasado 5 de febrero, nuestro director de Defensa, Seguridad y Aeroespacial, Francisco J. Girao, junto a Julio Guinea, profesor de Derecho de la Unión Europea, charlaban con El Español sobre sobre la necesidad de que Europa aumente su inversión en defensa debido al contexto geopolítico y a la presión de Donald Trump, así como sobre la flexibilización de las reglas fiscales para facilitar este gasto.
A continuación os dejamos parte del artículo:
Déficit y deuda
A este respecto, Francisco J. Girao, director de Defensa, Seguridad y Aeroespacial de la consultora ATREVIA, avisa de que es posible que a Alemania, uno de los países denominados ‘frugales’, no le haga «demasiada gracia» esta mayor flexibilidad fiscal en la UE. En un momento, además, en el que país está inmerso en unas elecciones generales.
Precisamente, Girao apunta a la «diversidad» que existe en Europa como uno de los problemas de cara a una política común en defensa. Por ejemplo, señala que Francia siempre va a priorizar la inversión en su propia industria en un momento en el que Trump aspira a que Europa adquiera productos y servicios desarrollados por la industria estadounidense.
Next Gen
Por su parte, Girao recuerda que en Europa ya se han desarrollado varios proyectos comunes en materia de defensa, pero que se han visto lastrados por los intereses nacionales. Una prueba de ello es el enfrentamiento que mantuvieron Francia y Alemania acerca del desarrollo del nuevo avión europeo de combate FCAS.
España
En este contexto, los expertos apuntan además que España parte de una posición más complicada que mucho de sus homólogos europeos. Con un nivel de gasto en defensa equivalente al 1,28% del PIB, está en última posición en gasto en defensa entre los 32 países de la OTAN.
Girao se muestra pesimista de que España pueda aumentar ese gasto a corto plazo. Por un lado, es complicado llevarlo a cabo sin Presupuestos Generales del Estado (actualmente se encuentran prorrogados por segunda vez los de 2023) y, además, si el PIB español sigue aumentando también deberá hacerlo aún más el gasto en defensa para alcanzar esta ratio del 2% prometida para 2029.
Además, tanto él como Santamaria inciden en que otro reto al que se enfrentará España, pero también otros países e incluso el conjunto de la UE, será el de plantearse en qué gastar ese dinero. «No hay un sistema, no hay estructura para canalizar» un aumento muy fuerte del gasto en defensa, recalca el directivo de ATREVIA.
Asimismo, agrega que España está «retrasando lo que no es retrasable, que es quedarse con esa meta del 2% en 2029». Así, incide que sería un problema que el Gobierno, del partido político que sea, piense que tiene tiempo para alcanzar ese 2% cuando todo el mundo ve este porcentaje no como un techo al que llegar, sino como un suelo.