Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, en el IV Congreso Iberoamericano ATREVIA: «España es la economía avanzada que más crecerá en 2023»

España es la economía avanzada que mayor crecimiento experimentará en 2023, continuando a la cabeza de Europa por tercer año consecutivo. Esta ha sido la optimista predicción del Excmo. Sr. D. Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática (Gobierno de España), durante su intervención esta mañana en el IV Congreso Iberoamericano organizado por ATREVIA, empresa global de Comunicación y Asuntos Corporativos, cuya segunda y última jornada ha tenido lugar hoy en Madrid, en las instalaciones de CaixaForum en la capital.

Con el objetivo de señalar las claves del liderazgo de España en el actual escenario global e interconectado, Bolaños ha destacado, durante su participación, la gran fortaleza que el país está demostrando en un contexto complejo gobernado por la incertidumbre y las sucesivas crisis de los últimos años. En este sentido, ha resaltado que es el territorio que está logrando reducir la inflación a mejor ritmo, y ha apuntado a los positivos datos de empleo que están mereciendo, afirma, gran reconocimiento a nivel internacional: «Las cifras de paro, precariedad y temporalidad están experimentando avances muy plausibles; ya contamos con 21 millones de afiliados a la Seguridad Social, por encima de nuestro objetivo. Actualmente, podemos presumir de que el 60% del empleo que se genera en la UE, procede de España, y estamos consiguiendo cada vez más empleos de calidad, estables, y sueldos dignos. Hoy tenemos un salario mínimo un 50% superior respecto al que teníamos hace cinco años, algo que se traduce en mayor capacidad de compra, y más negocio para las empresas».

También ha querido reconocer el mérito de España en lo relativo al impulso de los fondos europeos, recordando la obtención anunciada de 93,5k millones de euros adicionales destinados a la productividad de la economía española, sin olvidar mencionar que España también encabeza la excepción ibérica, habiendo logrado reducir considerablemente la factura eléctrica.

Al hilo de esto último, el ministro ha anunciado además que «España va camino a convertirse en el primer país europeo en lograr que el 50% de su energía sea renovable. Hemos apostado por la transición ecológica, y hoy uno de cada seis proyectos en el mundo en materia de energías renovables tiene algún vínculo con nuestro territorio. Tenemos todo lo necesario para, en esta materia, convertirnos en una potencia mundial».

Apoyado en todo lo anterior, Bolaños afirma que «hemos generado un marcado de confianza para inversiones en nuestro país, batiendo récords de recepción de fondos extranjeros durante 2022 y con la perspectiva de que esta tendencia no se revierta».

Para finalizar, el ministro ha insistido en el diálogo como «factor determinante para la estabilidad económica y social en un panorama donde el ruido y la polarización son crecientes», y también ha asegurado que es «la llave para gestionar la pluralidad de las sociedad, y el antídoto frente a los discursos de odio y la desinformación. Construir sobre la verdad es el único pilar posible para una convivencia sólida».

Otros grandes focos e intervenciones del segundo y último día del IV Congreso Iberoamericano ATREVIA

En este segundo día, el foco del evento se ha centrado en cuestiones de actualidad vinculadas al área de Asuntos Públicos, con la geoestrategia, América Latina, Iberoamérica, Europa, la sostenibilidad, la licencia social y la necesidad de alianzas público-privadas como temas protagonistas de los paneles y mesas de debate programados.

Núria Vilanova, presidenta de ATREVIA, ha vuelto a marcar el pistoletazo de salida de la jornada, esta vez a través de un espacio de conversación junto a Jesús Martínez Castellanos. CEO LATAM de MAPFRE, en el que ambos han reflexionado sobre la refundación del capitalismo y el rol de las empresas. «Hoy sabemos que, para que el mundo realmente cambie, es necesario que las empresas hagan el bien con su trabajo y asuman un papel activo en una transformación social competitiva», ha apuntado Vilanova. Al respecto, Martínez Castellanos secundaba su discurso añadiendo que cada empresa es «una gota de agua dentro del océano» y que las organizaciones «deben hacer y aportar lo que esté en su mano para contribuir al progreso y evolución de la sociedad», defendiendo ambos la necesidad de aunar esfuerzos entre compañías y administraciones públicas.

Al hilo de esto último, Antonio Fernández-Galiano, actual presidente del Consejo Asesor de ATREVIA, ha conducido una mesa de debate centrada en la colaboración público-privada y la empresa responsable. Dentro de este espacio, Ana Botella, como presidenta ejecutiva de Fundación Integra, ha señalado la falta de fondos suficientes para la obra pública y ha destacado la necesidad, hoy más que nunca, de actuar con una visión a largo plazo, especialmente en política, para orquestar soluciones y lazos realmente efectivos y duraderos.

Felix Sanz, ex director del CNI, ha sido otro de los ponentes destacados en la programación de hoy, advirtiendo, en relación con la configuración en ciernes de un nuevo orden mundial, de la gran influencia actual de la geopolítica sobre la economía y lo contraproducente de ello para que esta se manifiesta con libertad: «Entre todos, políticos, analistas… debemos revertir esta situación y reclamar el control de las relaciones. Es indeseable una economía que se rija por criterios que no sean económicos». Pese a ello, y a los acontecimientos que ocupan nuestra actualidad, como la guerra de Ucrania o el conflicto en Israel, Félix Sanz asegura que «hay lugar para la esperanza, pero hay que pensar más, hacerlo más deprisa y ser más ágiles desarrollando soluciones».

El congreso ha contado también con la participación de Manuel de la Rocha, secretario general de Asuntos Económicos y G20 (Gabinete de la Presidencia del Gobierno), quien se ha centrado en reclamar la «autonomía estratégica de Europa», que en ningún caso debe entenderse como «un sinónimo de levantar barreras, sino de reducir vulnerabilidades» y para lo que la UE debe  actuar y ver cuáles son los productos críticos que nos exponen al mercado para nuestro abastecimiento, y prever dicho riesgo, para que no se repita con aspectos como la ciberseguridad o la defensa la circunstancia de dependencia tóxica que se registró con la energía tras el Covid».