
Desde ATREVIA hemos creado el informe ‘Análisis del nuevo Gobierno de España’.
El nuevo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dado a conocer el nombre de los ministros que lo acompañarán en lo que parece que será el Gobierno más breve de la democracia, ya que la legislatura no durará hasta más allá del verano de 2020. Ha sorprendido el alto nivel del gabinete compuesto por personas con experiencia de gestión y conocimientos técnicos demostrados, así como el número de mujeres (11 de 17 ministros) y su perfil claramente europeísta. Esta puede considerarse una carta de intenciones del nuevo presidente, quien es consciente de la necesidad de armarse de un equipo potente para enfrentar el complejo escenario en el que se moverá.
La elección de los ministros es un buen indicador de las prioridades políticas del Gobierno y también una buena manera de analizar los mensajes que el presidente Sánchez quiere lanzar al resto de actores del ecosistema político:
- En relación al desafío secesionista en Cataluña, el nombramiento de un conjunto de perfiles como el de Josep Borrell en Exteriores y Grande Marlaska en Interior, supone una forma de marcar distancias con los apoyos de los partidos secesionistas que recibió en su investidura (17 votos de los secesionistas catalanes más los 2 de Bildu).
- Al poner al frente de la cartera territorial a Meritxell Batet, se apuesta también por una política con un talante más dialogante con el nacionalismo catalán, pero sin salirse de la línea marcada por los acuerdos que derivaron en la aplicación del artículo 155.
- En la parte económica del gabinete, se opta por perfiles ortodoxos para tranquilizar tanto a los mercados como a la Comisión Europea, en un intento también de marcar distancias con competidores como Podemos y reivindicar como propio el espacio socialdemócrata. En esta clave hay que entender el nombramiento de la hasta ahora directora general de Presupuestos de la Comisión Europea, Nadia Calviño, como ministra de Economía, y de la consejera de Hacienda andaluza María Jesús Montero.
- En la parte social, y para contrarrestar la ortodoxia económica, el presidente se ha rodeado de perfiles progresistas, orientados hacia su electorado más izquierdista como Carmen Calvo -elevando la igualdad al rango de Vicepresidencia-, Carmen Montón en Sanidad o Dolores Delgado en Justicia.
- Finalmente, y en relación al partido, el presidente ha hecho guiños a algunas federaciones nombrando a miembros destacados en carteras como Hacienda (Andalucía), Sanidad y Fomento (Valencia) o Educación (País Vasco).
Cambio de Gobierno: ¿cambio de rumbo?
El nuevo Gobierno posee varias particularidades que condicionarán su recorrido en lo que queda de legislatura:
- Se trata de un Gobierno que cuenta con el menor apoyo en el legislativo de la historia de la democracia: apenas 85 diputados en el Congreso y 62 escaños en el Senado. Ello obligará a negociar todas las medidas con todos los grupos.
- Es un Gobierno que se encuentra en minoría en la Mesa del Congreso, lo que se traduce en que no tendrá poder de agenda. El binomio Partido Popular – Ciudadanos será por lo tanto quién defina qué temas se tratan y qué debates se abren en la Cámara, pudiendo encontrarse con el debate de asuntos “incómodos” o de difícil gestión.
- El Senado está controlado por mayoría absoluta por el Partido Popular (147 senadores de 266) y desde allí pueden retrasar la aprobación de las iniciativas que lleguen del Congreso como, por ejemplo, los Presupuestos Generales del Estado.
- Este Gobierno actuará en un clima de precampaña (hay tres elecciones dentro de menos de un año) que condicionará las estrategias de los partidos. De esta forma, a la cuestión ideológica/programática habrá que añadirle el componente estratégico-electoral a la hora de analizar las posturas de los partidos.
- Se trata de un Gobierno que nace con el compromiso de terminar antes de lo que le corresponde. Esta es la carta que se ha guardado el actual presidente, quien podrá convocar elecciones cuando lo considere oportuno, si bien las ventanas que se abren son escasas: o en el último trimestre de 2018, o tras el verano de 2019 (no se entendería una nueva convocatoria muy seguida a las elecciones locales, autonómicas y europeas de finales de mayo de 2019). El adelanto electoral será la demanda más recurrente de Ciudadanos.