La transformación digital dio un giro de 180 grados a la manera de comunicarnos, establecer relaciones y por supuesto, de comprar. Las compañías han tenido que ir desarrollando nuevas estrategias conforme han ido sucediendo los avances y la sociedad se ha ido habituando a ellos.
Con esta digitalización, los clientes cada vez están más informados y acuden a foros o redes sociales para buscar precios y opiniones antes de realizar una compra. Una situación que abre un abanico de posibilidades para las marcas que tienen la oportunidad de iniciar un proceso de confianza con el usuario en aquellos lugares que consulta habitualmente, aumentando así las posibilidades de que el proceso de venta sea más efectivo.
En los últimos tiempos ha cobrado especial relevancia el término social selling o ‘venta social’, una técnica que ha supuesto un cambio en el paradigma de las estrategias de venta tradicionales. Permite maximizar las ventas online de un determinado negocio gracias a la optimización de la presencia en redes sociales. Su magia reside en vender usando las redes sociales sin promocionar directamente ningún producto.
El social selling se ha convertido en la técnica de venta más efectiva y los expertos cada vez le dan más importancia en sus estrategias ya que, aplicándolo de manera precisa, refuerza todo el proceso de venta. Las tres reglas básicas para establecer un buen social selling son:
- Detectar cómo es nuestro público objetivo y dónde se encuentra. El social selling brinda la posibilidad de darnos a conocer y llegar a contactos que eran imposibles de alcanzar con la prospección tradicional. Como cualquier otra técnica, necesita de planificación a medio y largo plazo y debe estar pensada y meditada. Un buen punto de partida es detectar las plataformas en las que se encuentra nuestro target, tener claro los perfiles a los que seguimos en cada red social y la imagen que generamos con nuestras intervenciones.
- Compartir contenido de calidad. Una vez identificadas aquellas plataformas en las que debemos estar presentes, es importante optimizar los diferentes perfiles sociales a través de mensajes coherentes, lógicos y enfocados a la captación y fidelización de usuarios. Nuestra meta está en conseguir que todos nuestros seguidores tengan una percepción positiva de la marca y generemos una buena imagen de la compañía. Un buen social selling requiere de la implementación de estrategias de marketing de contenidos, comunicación y branding, que permitan acercarnos a clientes o potenciales con contenidos de calidad que despierten interés.
- Regularidad en publicaciones y respuestas. El fin del social selling es ir más allá de la venta directa. Tenemos que lograr que nos vean como un experto en el sector, nos tengan de referencia para cualquiera de las cuestiones que les pueda surgir y a través de los diferentes perfiles sociales, fomentemos conversaciones que entablen una relación de confianza a largo plazo. Para conseguir todo esto, hay que tener regularidad en las publicaciones, así como responder con rapidez a los comentarios o dudas que les puedan surgir a cualquiera de nuestros seguidores. Esta conexión de las marcas con los consumidores a través de las diferentes redes sociales nos permite, además, aumentar el conocimiento de los clientes, acompañarlos en su proceso de compra y ofrecerles soluciones personalizadas.