El crecimiento en los últimos años de la presencia de las denominadas popularmente como “marcas blancas” en los pasillos de los supermercados españoles es un hecho constatado y un uso que se ha implantado de facto en los hábitos de los consumidores españoles.
Hoy, las marcas de distribución (como se conocen las marcas blancas en el sector) ya tienen una cuota del 36% del mercado español, con una previsión de crecimiento de hasta el 50%. Son productos que han evolucionado en los últimos años hasta tener un marketing similar al de las marcas tradicionales, así como diferentes categorías de calidad y empaquetado. Se abren nuevas vías e intereses acerca de una posible regulación que equipare dichos productos al resto de marcas, habiendo diferentes argumentos tanto a favor, como en contra.
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