Llegué por casualidad y en el último momento. Una de estas veces en las que, sin querer y sin haberlo planificado previamente (parece que hoy en día tenemos que tenerlo todo atado y bien atado), vives una experiencia que te sorprende y hace que le des vueltas a las cosas…
Me dedico a escribir comunicados de prensa, historias y mensajes de empresas y a asesorar sobre qué contenidos son llamativos y se puede explotar y que otros no lo son y necesitan algo de sal y pimienta (conceptos que utilizo con el permiso de Ángela). Sin embargo, nunca antes había tenido el sentido que tiene ahora para mí este arte de contar historias, y se lo debo a Ángela Obón, quien en un breve curso me enseñó a poner en práctica cómo podemos darle la vuelta a un mensaje, y cómo, según quiénes sean los personajes y el género que utilicemos, podemos extraer diferentes matices del mismo. A ello se suma la emoción, la que ella desprende, para convertir cualquier contenido que tengamos entre manos en una historia que conecte con las emociones.
Algunos de sus consejos para crear un storytelling pueden venir bien a más de uno, Ángela Obón lo comparaba con hacer una “buena salsa de tomate”, por eso aquí os los dejo:
- Tener tomate
- Ser visual
- Tener sentido común
- Ofrecer una doble lectura
- Buenas maneras y buen hacer
Sin olvidar que, cuando uno se enfrenta a un relato sea del tipo que sea, tiene que abrir la mente, ver lo que hay debajo, tener en cuenta que las cosas se pueden contar de muchas y diferentes maneras.
Aquí un enlace de una entrevista suya en YouTube por si os resulta interesante el tema: