Hace unos años hablar de bloggers cuando planificabas acciones con clientes era como hablar en otro idioma o de personajes que no se sabía qué función tenían. Hoy en día, todas las empresas con una política definida de comunicación y de marketing saben perfectamente qué es un blogger y cuál es su cometido.
Los bloggers han conseguido que los creadores de información sean mucho más numerosos que en tiempos anteriores. Han conseguido que los usuarios/ciudadanos tengan acceso a una información más ágil y actual, y que tengan la posibilidad de comentarla con el autor dando su opinión e incluso corrigiendo en los momentos que detectan errores.
Esta situación diferenciaba al principio de forma clara al periodista y al blogger. El periodista era un profesional que trabajaba para una empresa y que se dedicaba a escribir sobre temas interesantes para su medio y el sector en el que estuviera ubicado. Sus tiempos de trabajo estaban muy definidos y su línea editorial también casi siempre.
En cambio, el blogger era un creador de contenidos “sin ánimo de lucro” que escribía sobre sus temas favoritos sólo por el placer de comunicar y que solían ser gente experta en los mismos y con mucho conocimiento del medio. Los bloggers no eran tratados como periodistas, se les convocaba por separado, se les pedía permiso para enviarles las cosas y se les trataba como verdaderos influenciadores y recomendadores de las marcas.
Esta diferencia no ha desaparecido hoy en día, pero sí es cierto que se ha diluido de manera ostensible.
Situaciones como el terremoto de Japón, la Ley Sinde, la entrega de los premios Goya o el 15M, han hecho que la línea que separa periodistas de bloggers se difumine hasta casi desaparecer. No por ellos mismos, sino porque los medios se han acercado a Internet tanto que hoy la consideran la fuente de información principal para sus noticias.
Si a esto le sumamos el grado de especialización tan alto de los bloggers, se entiende que muchos medios cierren acuerdos con ellos para convertirlos en sus secciones de información especializada. Eso es lo que ha pasado con Microsiervos y Lainformación.com.
Mi pregunta es: ¿Seguimos diferenciándoles o no? ¿Cambiamos nuestro modo de relacionarnos con los bloggers?
Imágen: La Delgada Línea Roja. FOX.