Germán Ríos, Senior Partner de ATREVIA, firma un nuevo texto que ha formado parte del número enero-febrero de la revista Política Exterior y que analiza el panorama que afronta Argentina ante la composición del nuevo gobierno de Alberto Fernández.
«Argentina es un país con un enorme potencial. Cuenta con una extensión territorial de 2,78 millones de kilómetros cuadrados –el octavo país del mundo– y tierra fértil para producir alimentos y dar de comer a más de 400 millones de personas. Dispone de recursos energéticos abundantes –solo en Vaca Muerta se encuentran las segundas reservas mundiales de gas de esquisto– y su capacidad de producción de energías renovables es inconmensurable.
El nuevo gobierno del país, liderado por Alberto Fernández, afronta una coyuntura económica compleja y cuenta con poco margen de maniobra. A corto plazo, Argentina deberá negociar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) el Acuerdo Stand-By a 36 meses, aprobado el 20 de junio de 2018, y reprogramar el esquema de pagos a la institución.
El objetivo principal de Argentina debería ser alcanzar un acuerdo con los acreedores, con el apoyo del FMI, para perfilar de nuevo la deuda, incrementando los plazos de amortización y probablemente manteniendo las condiciones iniciales negociadas en términos de capital, monedas y tasas de interés. Podría replicarse un esquema similar al utilizado por Uruguay después de la crisis de 2002.
No se puede dejar de lado la difícil situación que afronta la población, con una tasa de pobreza en torno al 40%. Por tanto, será clave equilibrar los ajustes económicos, en especial los fiscales, con una activa política social. En el escenario ideal, Argentina lograría un acuerdo con el FMI y el resto de acreedores, comenzaría un ajuste macroeconómico –sobre todo en el frente fiscal, para corregir el déficit y hacer sostenible la trayectoria de la deuda pública– y conseguiría margen presupuestario para la política social.»
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