“La gran enseñanza que nos llevamos de esta situación es la cooperación”
Mark Howard, director de British Council Spain, organización internacional del Reino Unido para las relaciones culturales y las oportunidades educativas, presente en España desde 1940.
P: ¿Cuál es el papel de la cultura y la educación en un contexto como el del COVID-19?
La cultura y la educación son dos áreas fundamentales, pero no solo en el contexto del COVID-19, sino en general. Tienen un rol importantísimo en cualquier época de la historia.
Sin embargo, si nos centramos en el ahora, desde que comenzó está terrible pandemia que provocó el confinamiento, la cultura rebosa más que nunca. La gente ha salido a los balcones a aplaudir, sale a cantar, a sociabilizar… eso es la cultura en sí, ahí está. La cultura, refleja la calidad de vida que es justo lo que más buscamos ahora, es parte del ser humano y lo necesitamos. No podremos ir al teatro o al cine, pero podemos buscar en internet óperas gratuitas, obras teatrales, películas, tertulias…
Respecto a la educación, estamos en un momento insólito donde los jóvenes no han tenido acceso físicamente al colegio, pero sí a la educación. De hecho, estamos aprendiendo más que nunca. Pero, ya no solo hablo de la educación propiamente formal, sino del aprendizaje. ¿Cuánta gente ha aprendido y sigue aprendiendo estos días a cocinar, coser o pintar? La naturaleza del ser humano se refleja en su ambición por aprender nuevas cosas a través de la educación y, hoy en día, ese espíritu de aprendizaje es más fuerte que nunca.
P: La educación ha tenido que cumplir contra reloj con un reto tan fundamental como la digitalización para desarrollar una función básica, como la escolarización de nuestros niños y jóvenes, ¿cómo ha sido la experiencia desde el British Council y, en concreto, también British Council School?
Creo que todo el mundo estará de acuerdo en que esta situación que nos ha tocado vivir ha supuesto todo un reto para las organizaciones, e incluso ha sido muy difícil adaptarse en tan poco tiempo. Es muy complicado cambiar de un día para otro la metodología. Sin embargo, por muy rápido que haya sido, el proceso de transformación a la digitalización no ha sido algo inesperado, el hándicap ha sido la inmediatez. La dificultad ha venido marcada por el ritmo, no por la digitalización en sí.
Por otro lado, intento sacar la parte positiva de esta situación, que la hay. Algunos alumnos que quizás antes no participaban tanto en clase o que eran algo tímidos, ahora lo están haciendo y eso significa que lo estamos haciendo bien. Sin embargo, aún queda camino por recorrer. Debemos ver cómo la metodología y la comunicación evolucionan sin perder la parte humana, no nos podemos olvidar de ella. La tecnología es muy importante, pero no lo es todo. Hay que dar las gracias a todos los profesores, porque ellos son la parte humana que han hecho que esto fuera posible.
P: ¿Qué función cree que cumple la comunicación en este contexto para el sector de la educación y la cultura?
La comunicación cumple otro de los papeles clave, y sobre todo ahora que todo el mundo está pendiente de lo que ocurre fuera de sus casas. Y, ¿por qué es tan importante? Porque la comunicación genera confianza y es lo que hace falta en estos momentos de incertidumbre y vulnerabilidad. Eso sí, debe ser una comunicación abierta, transparente y con valores como el de la verdad, tanto en los gobiernos, como entre instituciones y personas.
Además, no debemos olvidarnos del diálogo, que es otra de las partes necesarias. No solo debemos comunicar, sino también escuchar. ¿Qué necesita la sociedad? Debemos escuchar para poder responder y por supuesto, cuando respondamos, habrá que hacerlo de forma veraz, siendo positivos pero realistas, dejando atrás las fake news que tanto daño hacen.
P: ¿Cuáles cree que serán las enseñanzas para estos sectores? ¿Qué cree que están aprendiendo las instituciones, empresas, artistas, estudiantes… que nos ayude a crecer tras la pandemia?
Sin duda alguna la gran enseñanza que nos llevamos es la cooperación. Siempre ha sido importante pero ahora más que nunca debemos trabajar en conjunto para que todo vaya bien. Por ejemplo, y llevándolo a mi sector, en educación es vital que los colegios, los padres, los alumnos, el gobierno… todos ellos trabajen en la misma línea y, sobre todo, sepan ponerse en el lugar del otro. Solo esto hará que todo funcione.
Además, una vez que pase toda esta crisis tendremos que reflexionar, pero desde luego, hay tres principios básicos que van a permitir que salgamos adelante y con los que deberemos vivir no ahora, si no siempre: cooperación, solidaridad y gratitud. Que no se nos olviden.
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