
P-. ¿La crisis va a entrañar un antes y un después?
R-. Sí. Estamos viviendo un antes y un después. Esta crisis va a tener elementos positivos porque de ella nacerá una nueva escala de valores y una actitud más solidaria. Es, además, una oportunidad para cambiar comportamientos. Podemos usar la energía colectiva que estamos generando para causas que merezcan la pena.
P-. ¿Cómo deber ser la relación entre la sanidad pública y la sanidad privada en esta crisis?
R-. En mi opinión, solo debe de haber un sistema sanitario. Un sistema único. La sanidad pública es un pilar del Estado de Bienestar y una garantía de la igualdad de oportunidades. Pero también es verdad que la sanidad privada puede y debe hacer grandes aportaciones al Sistema Nacional de Salud. España dedica el 9% de su PIB a sanidad. Un ratio que pone de manifiesto que tenemos una sanidad eficiente, porque gastamos poco y estamos sanos. Y de este gasto de unos 100.000 millones de euros, 70.000 millones procedes de dinero público y 30.000 millones del sector privado, una proporción de 70%-30%.
Creo que la convivencia es buena y que deben alimentarse mutuamente. Sin embargo, se ha generado desconfianza hacia la sanidad privada, cuando se necesita una colaboración estable. Hay que recuperar la mutua confianza entre lo público y lo privado y tener un sistema competitivo. Lo mejor es cooperar.
P-. ¿Cómo están viviendo esta crisis las empresas que preside? ¿Qué aporta su experiencia empresarial?
R-. DKV ha sido pionera en asistencia remota con la aplicación DIGITAL DOCTOR. Esta plataforma tecnológica está a disposición del sistema público y privado. Y, entre otras cosas, permite usar el 100% de los recursos sanitarios profesionales, descongestionando la demanda de la sociedad sobre el conjunto del sistema de salud. Los médicos jubilados, de baja o que por las circunstancias que sea no pueden ir a trabajar, pueden atender consultas a distancia. Este hecho demuestra que el futuro de las compañías tiene que ser más tecnológico. Desde mis responsabilidades en Fujitsu, creo que hay que hacer una llamada de atención a las empresas para que se preparen para poder seguir trabajando en otras circunstancias. Por otro lado, hay que decir que las empresas tienen que reaccionar de forma temprana. Y poner todas sus capacidades, que son muchas, al servicio de la sociedad para paliar los efectos de esta crisis.
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