Esta mañana, las oficinas de ATREVIA han vuelto a ser escenario del ciclo de contenidos #ClavesParaElAnálisis, donde la consultora analiza exhaustivamente cuestiones de actualidad e interés político y social. El que ha sido el segundo encuentro del ciclo ha contado con la participación de Manuel Mostaza, director global de Public Affairs de ATREVIA, y un invitado de altura: Germán Ríos, Senior Advisor de ATREVIA, profesor de IE University y quien fue también director de Asuntos Estratégicos en Madrid de CAF-Banco de Desarrollo de América Latina.
La ocasión ha servido para analizar de forma exhaustiva la situación presente de la economía mundial, empezando por la última de las proyecciones del fondo monetario internacional, que vaticina una recuperación menos dinámica de lo que se esperaba. Una predicción que, pese a ser más pesimista que la inmediatamente anterior, no hay que considerar en absoluto fatalista.
A propósito de esta predicción, Ríos, interpelado por Mostaza, ha querido analizar los motivos de esta ralentización, señalando en primer lugar a la incertidumbre que aún genera la pandemia. «El panorama es todavía impredecible», señalaba, «en gran medida por la pronunciada desigualdad en las tasas de vacunación entre territorios». Cada vez que la pandemia dé un giro notable inesperado, como ha significado la aparición de la variante ómicron, esto se traducirá en restricciones de toda índole que acabarán influyendo directa o indirectamente sobre el ritmo de la recuperación. «La realidad es que, en la medida que las acciones sanitarias no se tomen a tiempo, podrán surgir nuevas variantes que vuelvan a poner en jaque la restitución de la economía». El riesgo permanece, y debemos asumirlo mientras siga habiendo una diferencia tan significativa en las cifras de vacunación entre países con datos realmente positivos, como España, EE.UU. u otras zonas de Europa donde se llega a alcanzar incluso el 70% de la población adulta completamente inmunizada, frente a otras tantas zonas de África o Latinoamérica, donde ese porcentaje cae aún estrepitosamente en comparación.
Un segundo factor a tener muy en cuenta, en palabras de Ríos, apela a las restricciones en las cadenas de suministros. Un fenómeno que venimos arrastrando hace mucho tiempo y que se vio subrayado con la llegada de la crisis sanitaria y fue inmediato el cierre de fábricas, inicialmente en China, provocando que muchos materiales o insumos que se usan para producir en EE.UU. o Europa no llegasen a tiempo. Esto, hoy por hoy, sigue notándose cada vez que hay un rebrote en el país asiático. Esta situación ha derivado en un retraso importante, con puertos saturados y problemas para mover mercancías entre fronteras desde que comenzase la pandemia. Esto ha supuesto retrasos en la producción de quienes llevan productos al mercado, y el incremento de los costes de producción, lo cual está teniendo también un considerable impacto sobre la recuperación económica.
Al hilo de esto, Ríos ha querido señalar la inflación como un problema que también cabe esperar que tenga, como está teniendo, su efecto sobre la economía mundial. Este «invitado a la fiesta, que llevaba tiempo sin aparecer, viene para quedarse, al menos un par de años». Su impacto sobre el sistema económico va a residir en las políticas que los gobiernos deban adoptar para combatirla. En este asunto -identifica el profesor de IE University- existe, por una parte, un componente coyuntural al que se refiere en tanto que todos estamos sufriendo, sin ir más lejos, el incremento en la factura de la luz, derivado de problemas de suministros que han ocasionado la intervención en los precios por parte de los gobiernos; lo vemos en Europa con el gas natural. En la medida en que el suministro vuelva a normalizarse, los precios cabe esperar que vayan bajando.
Y, por otra, un componente más preocupante de índole estructural. En esta dirección, Ríos apunta a la apuesta europea y de EE.UU. por economías más verdes, que está ocasionando una demanda de productos necesarios para llevar a cabo esa transición energética. Es decir, asistimos a un notorio incremento de precios en commodities o materias primas (aluminio, acero, etc.). En este sentido, habrá inflación para rato.
Cuando existe una alta inflación, la reacción natural de los bancos centrales ha de ser subir las tasas de interés para mitigar el impactos en los precios; sin embargo, la trampa de esta dinámica es que hay una distancia importante entre la velocidad a la que se incrementan las tasas de interés y la velocidad a la que se pueden reactivar las economías.
Otra de las cuestiones acerca de las que Mostaza consultó a Ríos fue en qué medida todo esto puede generar disturbios en Europa que dificulten la recuperación. Al respecto, el Senior Advisor de ATREVIA ve viable que se genere cierta inestabilidad política y un ambiente tenso con protestas, pero centra su preocupación en el desarrollo de estos escenarios en países en desarrollo. «Si a territorios de Latinoamérica como Chile o Perú, que ya han padecido recientemente olas de descontento social, le sumas las consecuencias de la inflación tenemos un cóctel molotov que traerá sin duda cambios políticos importantes». «En Europa no parece lógico esperar una tensión de este tipo, puesto que la fortaleza de la política económica es bastante relevante».
La conclusión del encuentro, previa al turno de preguntas, la ha protagonizado la siguiente duda: ¿En qué medida la pandemia y la postpandemia suponen una amenaza para la globalización que implique la vuelta a escenarios proteccionistas? ¿Hay un riesgo real de desacople respecto a la economía china, o rusa, por ejemplo, por parte de las demás?
Ríos tiene claro que el riesgo es real, pero no a corto plazo, y se apoya en que la toma de este tipo de decisiones de producción y diversificación conlleva mucho tiempo. Sí espera que, al igual que las empresas están transitando hacia un sistema de proveedores menos dependiente, los gobiernos comiencen a asumir un papel más importante a la hora de incentivar esa diversificación de la que países como México o incluso España podrán extraer una oportunidad.
A continuación, compartimos el vídeo completo de la conversación.