ATREVIA lanza la última entrega de su nuevo documento informativo: el informe regional con toda la actualidad sobre el COVID-19 en Latinoamérica y el Caribe. Esta iniciativa nace con el objetivo de brindar periódicamente una visión global de la situación en la región de forma breve pero exhaustiva. Para ello, hemos puesto el foco en el contexto político y social, el impacto económico que esta crisis está teniendo en los países y las medidas que cada uno de los gobiernos están adoptando.
América Latina y el Caribe ya se han situado en el pico más alto de la pandemia y en el inicio del valle
de la recesión económica.
La pandemia del coronavirus alcanzó una etapa crítica en Latinoamérica esta semana, con cifras
récord de muertes en Brasil, que por primera vez hoy superó los mil fallecimientos por día, además
de un alto número de casos en Perú y un agudo aumento de contagios en Chile. Se han registrado
más de 550.000 infecciones, la mitad de ellas en territorio brasileño. El fuerte aumento de casos ha
llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a afirmar que las Américas están actualmente
en el centro de la pandemia.
De hecho, ya no se habla de desescalada general (salvo para casos como Paraguay) sino de reforzar
las medidas de confinamiento y abrir, de forma selectiva, ciertos ámbitos de la economía. Si bien
Guatemala paralizó solo cuatro días seguidos el país, entre el 14 y el 18 de mayo, el presidente de
Ecuador, Lenín Moreno, amplió el estado de excepción en todo el territorio nacional por otros 30 días
más. Perú dispuso la extensión del estado de emergencia nacional hasta el domingo 24 de mayo del
2020 y aseguró que iría más lejos aún. Chile –tras dos meses con “cuarentenas específicas y
dinámicas”, con restricciones que se imponen y se levantan en cada barrio o ciudad en función de los
nuevos contagios– ha promovió la cuarentena total en el área de la capital.
Mientras la región afronta el peor momento de la crisis sanitaria, se vislumbra la futura crisis
económica, que llega por seis frentes a la vez:
1-. En el frente sanitario
En un mes la región ha pasado de 108 mil infectados y 5.300 fallecidos a más de 550 mil.
2-. Por el frente de las remesas
Se anticipa que la reducción del precio de las materias primas durante 2020 será «la mayor de la historia reciente», en palabras del Banco Mundial. Durante los meses de marzo y abril, los envíos a toda América Latina y el Caribe ya se redujeron en un 18%. Para una región que en 2019 recibió más de US$103.000 millones, una caída del 20% de las remesas equivaldría a una pérdida de más de US$20.000 millones.
3-. Por el lado de las materias primas
La disminución de la demanda y el aumento de los inventarios ha ocasionado la caída más abrupta en el precio de muchos commodities, en especial del petróleo, que ha registrado el peor descenso de la historia.
4-. Desde el turismo
La Organización Mundial del Turismo (OMT) cree que en todo 2020 se espera una caída de entre el 60 % y el 80 % en las llegadas de turistas en todo el mundo. Según la OMT, el sector dejará de percibir este año entre US$300.000 millones y US$435.000 millones a nivel global. Las economías de países como República Dominicana, Cuba y Panamá dependen, en mayor o menor medida, de ingresos provenientes del turismo y estos también se verán mermados este año.
5-. Desde el ámbito comercial
La UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo) prevé que el valor del comercio de mercancías a nivel global podría desplomarse un 27 % en el segundo trimestre de 2020 en relación con enero-marzo.
6-. Desde el ámbito de las inversiones extranjeras y del capital
La onda expansiva del Covid 19 provocó una fuga de capitales -ahora contenida- de más de 15.000 millones de dólares solo en Brasil, México y Colombia, según datos del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF).
La vulnerabilidad de la región, por su dependencia a los precios de los commodities, el ingreso de
remesas, el turismo y el financiamiento externo hacen que su economía sufra aún más en situaciones
de crisis como la actual. Excluyendo a México, el 70% de las exportaciones de América Latina son
bienes primarios, cuyos precios han sufrido fuertes caídas recientes, destacándose en este sentido
economías como Ecuador, Perú y Chile.
El resultado es que la economía de América Latina y el Caribe en 2020 va a sufrir la peor caída desde
la Gran Depresión de 1930. Una abrupta caída que, se estima, vendrá seguida de un ciclo de recuperación. Todo apunta no a un fuerte rebote, sino a una recuperación más lenta de lo previsto
inicialmente. No va a haber recuperación en V, ni una larga recesión en L, sino un repunte en lo que
se ha venido en llamar el símbolo de Nike: abrupta caída y lenta recuperación debido a que las remesas, el turismo y los precios de las materias primas tardarán en volver a sus niveles precrisis.
Esta no es una crisis económica típica ya que, durante una pandemia, estimular la recuperación económica no es tan simple como alentar a las personas a moverse y a consumir. Aún cuando las medidas de distanciamiento social se relajen, muchos negocios continuarán enfrentando restricciones en sus operaciones, por limitaciones de proximidad física e interrupciones en sus cadenas de suministro.
Los consumidores pueden dudar de regresar a sus estilos de vida anteriores, lo que significa que algunas industrias – como aerolíneas y turismo – seguirán funcionando a un nivel muy bajo después de que se quiten las restricciones relacionadas con la pandemia.
En resumen, la recuperación económica no significa necesariamente un retorno a la ‘normalidad’ de
la pre-pandemia.
Puedes acceder aquí al documento completo con la última hora de la situación por países.