Juan Luis Cebrián, Senior Partner de ATREVIA, ha dedicado este 9 de diciembre una reflexión en el diario ElPaís a la situación de hartazgo y malestar que atraviesa el continente Latinoamericano, afectando desde Argentina hasta Bolivia.
«La toma de posesión del nuevo presidente argentino se producirá en un entorno complejo para el futuro de América Latina. Los recientes disturbios en Ecuador, Chile y Colombia; la crisis boliviana; el enfrentamiento entre legislativo y ejecutivo en Perú; el estancamiento de la situación en Venezuela, la derrota del Frente Amplio en Uruguay y las tendencias neofascistas en Brasil, junto a la recesión económica en México, han puesto de relieve la inestabilidad endógena de los regímenes de la región. Se trata de un área vital para el futuro de nuestro país. Y aunque la actual crisis que afecta a todo el continente tenga características propias según sea su residencia concreta, se inscribe también en el malestar de la globalización, la revuelta de las clases medias y el trastorno de las democracias en el panorama mundial.
América Latina es una de las regiones más desiguales del mundo y los esfuerzos por modernizar sus instituciones han chocado históricamente con el comportamiento de un capitalismo verdaderamente salvaje y el recurrente fracaso —desde el castrismo hasta la debacle bolivariana— de las revoluciones que prometieran en su día la recuperación de la dignidad y la libertad de sus pueblos.
En medio de estos polvorines nos sorprendió el anuncio de que Telefónica tiene intención de abandonar las inversiones en el área, con excepción de Brasil. La decisión, en servicio a sus accionistas, no puede ser más lamentable. La presencia de la compañía en América, y la de otras multinacionales, fue impulsada por los Gobiernos de González, Aznar y Zapatero como una política de Estado. España ha funcionado y funciona de vínculo entre Europa y América Latina gracias entre otras cosas a que nuestro país es el segundo inversor directo en la región».
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