A pesar de su corta edad, apenas tienen entre 14 y 23 años, los jóvenes que componen la Generación Z comienzan a ser un grupo de interés cada vez más mayoritario que llega para romper con las pautas de consumo tradicionales. Las compañías ansían saber cómo seducir a este nuevo perfil cuyas demandas no sólo cambiarán la experiencia ligada a la marca o forzarán la implantación de nuevos canales de consumo. Los Z quieren productos específicos para ellos que se adapten a necesidades muy concretas.
Ponen el foco en la inmediatez, en ocasiones, en detrimento de la calidad. A la velocidad en la que viven y acostumbrados al cambio constante, son conscientes de que el uso de los productos que adquieren será corto en el tiempo. Eso no significa que no sean críticos y exigentes a la hora de comprar. Se han acostumbrado a utilizar internet para conocer plenamente las funcionalidades y utilidades de los productos, comparar otras opciones y compartir opiniones entre iguales.
Así lo demuestra el estudio de Generación Z: El dilema elaborado por ATREVIA y Deusto Businees School. De los 600 jóvenes encuestados un 92% afirmó que la web es su primer canal de información muy por encima de las experiencias de familiares y amigos (52%) o canales tradicionales como la televisión (42%).
Valoran profundamente la experiencia que va asociada a un producto, ya que lo importante es «sentir». Son marquistas aunque su grado de fidelización es relativo. Un 32% dice consumir marcas por gusto o si confían en ellas, y un 41% es fiel solamente a determinadas marcas en función del producto.
Seducirlos con productos específicamente pensados para ellos, estableciendo una comunicación y un branding personalizado, es el gran reto para conquistarlos.