La primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia en la que casi cincuenta millones de franceses estuvieron llamados a elegir, de nuevo, al duodécimo sucesor de Charles De Gaulle al frente de la Quinta República, concluyó ayer con un 27,6% de los votos para Emmanuel Macron, y 23,41% para Marine Le Pen. ¿Cómo ha evolucionado el pensamiento político de la ciudadanía francesa? ¿Qué candidato se prevé que se haga con la presidencia del país? Manu Mostaza, director de Public Affairs de ATREVIA, lo analiza para El Economista. «Al igual que ocurre en muchos otros países occidentales, Francia es un país sumido en una profunda crisis de identidad; sin la grandeza de un poder mundial que no volverá a medio plazo, y con un porcentaje relevante de franceses de segunda o tercera generación que se consideran excluidos del sueño republicano. Quizá por ello, el modelo de liderazgo unipersonal a través de un presidente parece acompasarse bien con la progresiva infantilización de una sociedad que busca respuestas simples y hombres o mujeres fuertes a problemas cada vez más complejos y posiblemente irresolubles», asegura.
Tomás Garicano, Senior Advisor de ATREVIA y profesor del IE, por su parte, pone el foco en la sostenibilidad. Este objetivo es ya para muchas empresas una realidad. Más si cabe después de que la Comisión Europea haya establecido la incorporación de la taxonomía medioambiental al tejido empresarial con el fin de conocer quiénes realmente cumplen con los fines sostenibles y quienes las citaron como papel mojado. ¿Qué hay que hacer para solicitarla? ¿Acaso una empresa puede ser multada en el caso de no tenerla? Y, en definitiva, ¿de qué se trata esta ‘taxonomía’?. Tomás Garicano nos da todas las respuestas en una entrevista para Capital.
Puedes leer el artículo completo de Manu Mostaza publicado originalmente en El Economista aquí.
Puedes leer la entrevista completa de Tomás Garicano publicada originalmente en Capital aquí.