Los cambios regulatorios, las batallas comerciales y la reinvención de las formas de viajar han modificado el modo en el que las aerolíneas son percibidas política y socialmente. Y es paradójico que en el año en que España ha batido su récord históricos de visitas turísticas (por encima de 60 millones), los aeropuertos españoles siguen perdiendo volumen de pasajeros.
La agenda política y regulatoria de las líneas aéreas ha venido determinada en los últimos meses por el aumento de las tasas en los aeropuertos (que afectan con más profusión a Barajas y El Prat), pero también preocupa la fragmentación de la competencia, en la que influye de forma determinante la expansión de la alta velocidad en nuestro país.
El sector, en constante evolución, tiene una importancia vital en el desarrollo de la industria del turismo en España. En lo que refiere al sector pero también a los poderes públicos se abre un abanico de posibilidades para recuperar el pulso que corresponde a un país tan estratégico como España.
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