«Tecnología Infinito. 0». Este era el nombre del bloque temático que puso cierre al inspirador congreso de Mentes Brillantes 2014, que consiguió, como cada año, despertar el interés de quienes escuchaban las dinámicas conferencias (al más puro estilo TED) y cambiar su mente, para así “cambiar el mundo”, tal y como reza el eslogan de El Ser Creativo.
La creatividad es precisamente uno de los puntos fuertes del congreso, junto con la innovación y la tecnología. Y es que en los tiempos que corren, no puede entenderse ninguna de ellas si no es con las demás. La tecnología es la herramienta que, en la era actual, está sustituyendo a todas las demás, incluyendo las que toda la vida han servido para crear, diseñar y canalizar las nuevas ideas que surgen en nuestra mente. La creatividad debe, por tanto, explotar esta herramienta que le abre las puertas de un mundo nunca antes imaginado, en el que prácticamente cualquier idea, por abstracta que sea, puede materializarse. Una muestra de las posibilidades creativas que la vida 2.0 ofrece es el videoclip de la formación Brunettes Shoot Blonde, en el que soporte y contenido conforman un matrimonio perfecto.
Esta idea era precisamente lo que quiso transmitir el bloque “Tecnología Infinito.0”, que comenzó con una ponencia de Carlos Fernández, máximo exponente de la estrategia comunicativa de la Policía Nacional y community manager de su perfil en Twitter. El suyo es un ejemplo de gestión eficaz, basado en un tono más informal y a menudo humorístico que obtiene un mayor impacto en su público objetivo: la población joven. “Nuestro máximo capital es la gente y ha quedado demostrado por la brutal aportación de la colaboración ciudadana”, destacaba Fernandez en su charla, demostrando que no basta con comunicar de forma creativa, sino que además debe ser una comunicación creativa bidireccional. Carlos hacía hincapié también en el riesgo que supone la innovación; no se arrepiente de haber publicado tuits desafortunados si con ello ha conseguido triplicar su visibilidad.
Chris Dancy, el hombre más conectado del mundo, también planteó ideas del todo transgresoras respecto a comunicación, como registrar todo lo que nos ocurre a lo largo del día para llevar un control exhaustivo de nuestra vida. Y cuando decimos todo, es todo: la temperatura corporal, la sudoración, las constantes vitales… El ponente pretende, con esta monitorización de la información, elaborar un bonito diario audiovisual que legar a sus hijos. Original, cuanto menos.
La tercera charla corrió a cargo de James Tagg, inventor por vocación que desarrolló las primeras pantallas táctiles para móviles y fundador de la empresa Truphone, creadora de la primera red de telefonía móvil sin fronteras internacionales. Tagg se preguntó en su ponencia si las máquinas superarían al ser humano para el año 2050, a lo que él mismo respondió que “las máquinas no pueden ser creativas, sólo los humanos entendemos la complejidad detrás de las reglas”. La tecnología se presenta como un canal interesante, pero nunca llegará a tenerla capacidad creadora de la mente humana.
Tras esta conferencia, pudimos disfrutar de dos más: la del jovencísimo emprendedor Andrés Contreras, cuyo mensaje fue que debemos aprender a “salir de la zona de confort y abrir nuevos horizontes” y la del físico Juan Ignacio Cirac, que señaló que “los ordenadores basados en física cuántica se convertirán en la revolución tecnológica del último siglo”.
Todas las mentes brillantes de “Tecnología Infinito.0” coincidían en una cosa: nuestras ideas serían las mismas de siempre si no fuera por la tecnología, esa herramienta que va mutando y haciendo que nuestra propia mente mute con ella, ya sea a través de las redes sociales, dispositivos integrados en nuestro cuerpo, teléfonos móviles u ordenadores cuánticos.