Hoy en día disponemos de grandes volúmenes de información y contamos con miles de dispositivos capaces de ofrecer datos sobre las personas que los utilizan y el entorno que los rodea. El big data permite analizar y procesar estas cantidades ingentes de datos con el fin de sacar provecho a toda esa información y sus aplicaciones en nuestra vida diaria y en los negocios son innumerables. Aquí van algunos ejemplos:
Telefonía, banca, seguros o retail son en estos momentos los sectores que más están trabajando con proyectos de big data ya que tienen un gran número de clientes y, por tanto, más información de los mismos para analizar. Las empresas más innovadoras de estos sectores pueden analizar la información en tiempo real para extraer conclusiones de negocio, donde se extraen patrones de consumo y dan ideas de cómo optimizar una determinada oferta, conocer mejor al cliente o tratar de atraer a otros clientes que son amigos de nuestro cliente.
Administraciones.- Se pueden ver beneficiadas de un mayor grado de ajuste entre lo que se presupuesta y lo que realmente se acaba ejecutando aunque en este sector todavía hay un largo camino por recorrer. Los progresos mayores parecen haberse hecho en el diseño y ejecución de sistemas avanzados de recogida de información, no tanto en la utilización activa y sistemática de las conclusiones derivadas de la evaluación de los datos disponibles.
Lucha contra el terrorismo.- Gracias a la criminología computacional, es decir, el data-mining de archivos criminales, se pueden cruzar datos de organizaciones y agrupaciones terroristas, aprender su comportamiento, entremezclar textos multilingües (traducción automática a gran escala, en número de idiomas y en volumen), analizar opiniones, etc. También se puede sacar mayor provecho a la videovigilancia ya que se está perdiendo su gran potencial porque las autoridades no cuentan con suficientes recursos ni tiempo para revisar todo el material. Por ejemplo, se calcula que ciudades como Londres superan los 4 millones de videocámaras. Ahora, la tecnología puede resolver esta problemática, pudiendo incluso establecer alertas asociadas a determinadas actividades o comportamientos, anticipándose a las comisión de un delito e, incluso, de un acto terrorista.
Política y elecciones.- Ahora se puede medir mejor y con anterioridad el resultado e impacto político de todas las decisiones y en tiempo real el ciudadano va a poder evaluar, lo que va a imprimir una mayor responsabilidad al político. En cuanto a su aplicación durante las campañas electorales, permite conocer casi a la perfección tanto a los electores fieles como potenciales, si votaron en los últimos comicios, con qué partido se registraron para hacerlo e incluso qué asuntos les preocupan, dónde viven o qué tipo de amigos tienen en las redes sociales. El uso del big data fue esencial para las victorias de Obama en las elecciones presidenciales de 2008 y 2012.
Ciudades inteligentes.- Una de las primeras aplicaciones de big data ha sido la monitorización en tiempo real del flujo de vehículos para mejorar la circulación del tráfico. En un futuro no muy lejano esto se podrá traducir en la completa automatización de los semáforos y señales inteligentes, permitiendo optimizar el flujo del tráfico en tiempo real, disminuir los atascos o priorizar las rutas a seguir por los vehículos de emergencia, entre otras muchas mejoras.
Como hemos visto en estos ejemplos, el big data ofrece múltiples ventajas y en los próximos años seremos testigos de cómo sus efectos afectan, cada vez más, a diferentes ámbitos de nuestra vida.
Imagen CC: Jim Kaskade