Es un tema que está de moda. Todas las empresas quieren estar ahí y posicionarse como facilitadores de este camino o como ejemplo a seguir dentro de su sector. La nueva economía digital exige dar pasos de gigante para ser competitivo en un mercado cada vez más global y abierto, así como dar respuesta a usuarios y clientes saciados de información y con múltiples canales de relación con las empresas y marcas.
Al final, transformación digital no es más que un término que se ha puesto de moda, pero, llamémoslo como queramos, lo que está claro es que, en los últimos años, se está produciendo un cambio y una evolución de todo hacia lo digital que gobernará el mundo en las próximas décadas.
El objetivo desde el punto de vista empresarial es ser más eficientes, operativos y tener a mano toda la información necesaria y datos para realizar análisis predictivos de los negocios y no fallar o desviarse lo menos posible en las expectativas. Conocer mejor al cliente forma parte de esta estrategia y construir una “costura digital” de cada persona que permita saber qué necesita y en el momento que lo necesita. Todo un reto. Muchas empresas ya están trabajando en esto, no sólo Google, no nos engañemos.
En el mundo de la comunicación, también hablamos de transformación digital, una revolución que llevamos haciendo desde hace tiempo. Tanto medios como consultores de comunicación estamos viviendo uno de los momentos de mayor convulsión y reestructuración del sector. Nuevas formas de comunicar, el aluvión informativo que han supuesto las redes sociales, cambios en el comportamiento de los consumidores de información, posicionamiento 360º de las marcas, el adiós al papel, los contenidos personalizados… En definitiva, un sinfín de retos a superar que están abriendo puertas a un nuevo modelo de hacer las cosas y que, entre todos, tenemos que saber definir para dar servicio a la sociedad y a las empresas, sin olvidar el aspecto económico, que debe estar en la base de todo negocio.