Lo afirmó Juan Luis Cebrián, consejero delegado de Prisa, en una de las Tertulias organizadas recientemente por Inforpress: “Los periódicos van a desaparecer, pertenecen a la era de la Revolución Industrial”. Evidentemente, los medios de comunicación no son inmutables y las nuevas tecnologías han transformado la forma de informarse del usuario, ahora convertido también en informador, lo que ha obligado a un cambio de actitud radical por parte de los medios.
Los periódicos existían cuando llegó la radio, y la radio existe pese a la tele, y ahora, las series se ven a través de internet, y aún así, el periódico recién comprado sigue siendo un imprescindible en los desayunos del domingo por la mañana.
La comunicación 2.0 nos ha permitido convertirnos en informadores y ser capaces de recopilar más información y opiniones de las que cualquier humano es capaz de asimilar, en menos tiempo del que tarda en atarse una zapatilla. La comunicación online se convierte así en un suma y sigue a lo que ofrece y debe seguir ofreciendo la prensa escrita: información bajo un punto de vista, una oferta informativa macerada y elaborada con capacidad de análisis y reflexión apoyada en el conocimiento de los mejores comunicadores y escritores y soportada en fuentes solventes con la honestidad de responsabilizarse de lo que cuentan y declaran, con nombre y apellido. Porque no siempre es una cuestión de cantidad o velocidad. Comunicación es también una cuestión de calidad y honestidad.