Tras los recientes disturbios en Londres y los grandes destrozos y pérdidas que causaron, las autoridades británicas se encargaron de culpar en cierta medida a las redes sociales de tales desgracias. Bien es cierto, que éstas sí que pudieron ayudar (y seguramente lo hicieron) a convocar a la gente, pero ¿significa esto que por ello, Facebook, Twitter y similares, son las culpables? ¿Qué de no existir ellas no se habrían producido los disturbios? Está más que comprobado que las redes sociales son un potente medio de comunicación, pero no es más que un medio. Y por tanto puede ser utilizado con múltiples fines, desde los más bajos hasta los más honrosos. Como es el caso de Aaron Biber y su barbería.
Este barbero londinense de 89 despertó el domingo 7 de agosto para ver su barbería, en el barrio de Tottenham a la que llevaba dedicado décadas, completamente destrozada. Tanto que no podía hacer frente a los gastos de su recuperación y su única alternativa era cerrarla. Björn Conradi, un becario de la agencia londinense BHH, se enteró de esta historia por su novia. Conmovido o indignado, decidió hacer algo al respecto, junto con sus colegas de la agencia crearon el Blog: Keep Aaron Cutting, en el explican la historia y pedían cualquier ayuda para que Aaron pueda recuperar su barbería. Pues bien, en tan solo 4 días han conseguido 40.000 euros de donaciones anónimas. Ahora en el blog podemos leer que ya no es necesario realizar más donaciones, ya que Biber cuenta con el dinero suficiente.
Tan solo ha hecho falta un blog y que sus creadores se encargaran de difundirlo. La movilización ha sido masiva. Gracias a los medios sociales cualquiera ha podía enterarse de esta iniciativa y ayudar.
Queda claro entonces que los medios sociales son MEDIOS y que depende de los individuos sus fines