Hace unos días, Alfonso Jiménez, Senior Advisor de ATREVIA, participaba en dos jornadas de la Asociación Española de Directivos (AED) en Tenerife y Las Palmas, donde se debatieron temas como el liderazgo y cómo responder a los retos que se plantean para nuevos directivos.
La Gaveta Económica, principal medio de negocios en Canarias, realizó una entrevista a nuestro Senior Advisor, Alfonso Jiménez, junto con Alejandro Pociña, presidente de Steelcase, y Alberto Durán, vicepresidente ejecutivo en Fundación ONCE / Inserta.
En la entrevista, trataron sobre la publicación del libro “El arte de liderar”, una obra que cuenta con 15 entrevistas a líderes y que cuenta con la coordinación de Alfonso Jiménez: “Fue una iniciativa de la junta directiva de la AED, porque nos dimos cuenta de que no había un manual que les diera pautas a los nuevos directivos, que les diera ideas para reflexionar. Para ello, contábamos con socios que eran referentes en el mercado y en distintos sectores. Hicimos un análisis documental de los modelos de liderazgo para saber cuáles eran las competencias que suelen estar presentes y, además, un trabajo de campo donde elegimos a quince directivos de distintas industrias, regiones y tipos de compañía, porque las hay cotizadas, familiares y, también, internacionales”.
Este libro se crea para “intentar sacar los puntos comunes, los aprendizajes por los que habían pasado, incluso preguntas personales o íntimas, pero que para un nuevo directivo puedan ser una herramienta útil. Porque, al final, cada uno tiene su personalidad y su estilo propio, pero coinciden en una característica: todos le dan mucha importancia a la visión común, a tener claro un propósito en su empresa. Eso genera seguridad en los equipos, ya que advierten que el líder va en la dirección adecuada”, comenta Jiménez.
Sobre la personalidad y el estilo de cada directivo, argumenta que son cuatro las cosas que todos tienen en común: “La primera es que se le da importancia a la visión común, al propósito de la empresa. Saber adónde ir, porque eso genera seguridad en los equipos. Si Colón hubiera cambiado su derrotero en medio de la travesía quizá no habría llegado a América y quizá hasta habría sufrido un motín. La segunda es conocer el negocio, los clientes, proveedores, aliados, los trabajadores. Estar encima, no se puede dirigir desde una torre de cristal. La tercera cosa es el factor humano, la gestión de personas y equipos, que es lo que más tiempo ocupa en la agenda de los entrevistados. Identificar talento para atraerlo a tu organización, recompensar, evitar comportamientos disfuncionales, etc. Y la cuarta es dar ejemplo. Se debe ser ético y modélico, porque debe impartir justicia en la toma de decisiones y no se deja influir por los pelotas ni por los trepas tóxicos. Buscar criterios de justicia en las decisiones”.
“No creo que los principios del liderazgo corporativo sean los mismos que el del político o estratégico. Habrá elementos comunes, pero yo no me considero experto en liderazgo político como para saberlo. Es otro mundo, con otras reglas diferentes a las de la empresa. Pensemos en cómo han cambiado las cosas en el mundo de la empresa tras el covid, que ha dado gran relevancia al comportamiento ético en las empresas”, opina Jiménez sobre si Putin es un líder que cumple con las premisas anteriores.
Como conclusión, comenta que “es difícil que una persona sin un balance entre vida personal y profesional pueda ser un líder a largo plazo”.