En el momento en que las empresas deben tomar decisiones rápidas, con mucha presión y con acontecimientos que cambian rápidamente, desde ATREVIA queremos colaborar en la divulgación de informes y de opiniones relevantes sobre como abordar esta situación. Esta es nuestra aportación. Es el momento de sumar.
Fátima Báñez, ex ministra de Empleo y Seguridad Social (2011-18) y de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (2016, en funciones), juzga que en la crisis del coronavirus que golpea a España existe una triple prioridad: las personas, los empleos y las empresas. Unas empresas que están sacando su cara más social en la actual coyuntura, mientras que la clase política y los poderes públicos deben apostar por la transparencia en la comunicación para conseguir que la ciudadanía asuma y acate las medidas menos populares, pero imprescindibles para tener éxito contra la crisis.
P-. En una situación de crisis como la actual y ante la extensión de la pandemia del coronavirus, ¿qué papel deben cumplir las empresas?
R-. La prioridad ahora y siempre son las personas, el principal capital de un país, pero también de las empresas. Preservar su salud es en estos momentos nuestro gran objetivo nacional y hacerlo unidos, de forma solidaria y coordinada, la vía para lograrlo. De ahí la importancia del compromiso social de todas esas empresas, grandes y pequeñas, que no sólo están tratando de asegurar su viabilidad, sino de salvar todos los empleos. Sin empresas no hay trabajadores y sin trabajadores no hay empresas. Ahora bien, para eso es imprescindible que cuenten, además, con el apoyo el Estado. Hay que ayudarlas a mantener su actividad para que no desaparezcan, aplazando los compromisos con Hacienda y con la Seguridad Social y, a la vez, dotarlas de líneas de acceso a recursos financieros. Al mismo tiempo, el Estado tiene que facilitar el recurso a figuras que ya existen en nuestra legislación laboral y que, utilizadas de forma inteligente, sirven para preservar el empleo a futuro, como la regulación temporal de la actividad laboral o el teletrabajo.
P-. Con el sistema sanitario sometido a un elevado estrés, ¿qué servicios y actuaciones pueden ofrecer las empresas a la sociedad y a las administraciones?
R-. Las empresas deben mostrar su rostro más social, que a veces pasa inadvertido, pero que en el fondo siempre está presente. De hecho, ya está sucediendo. Las compañías están ayudando a superar la crisis sanitaria. Es el caso, por ejemplo, de los medios de comunicación, también privados, que desde hace semanas prestan un indudable servicio público al garantizar el derecho de todos los españoles a recibir información veraz sobre la evolución de la pandemia. Y es también el ejemplo de las empresas hoteleras, que ya han puesto a disposición del sistema público de salud sus habitaciones e instalaciones; de las farmacéuticas, reforzando su compromiso con el sistema sanitario; de las empresas de distribución y logística, que están ayudando para que no exista riesgo de desabastecimiento…. Pero además, estoy convencida de que las empresas van a tratar de mantener todo el empleo, mediante el recurso a la distribución irregular del tiempo de trabajo, el teletrabajo o la regulación temporal de empleo. Esta es una crisis sanitaria y temporal, pero si todos ponemos de nuestra parte no será una crisis de empleo.
P-. ¿Cuál es la mejor forma de hacer pedagogía social y política con una sociedad tan sensibilizada y una opinión pública preocupada y con cierto grado de pánico en algunos colectivos? ¿Cómo deben comunicar las instituciones y gobiernos?
R-. Los mensajes que deben transmitir las autoridades y los líderes políticos deben caracterizarse por la transparencia y la claridad. La credibilidad de los mensajes es imprescindible para lograr la confianza de la ciudadanía. Los ciudadanos tienen derecho a conocer en todo momento la gravedad de la situación, la razón de las decisiones que se adoptan y, si fuera el caso, los errores que se hayan podido cometer. Porque la sociedad española será capaz de asumir y aceptar las decisiones, por difíciles, impopulares o complejas que sean, si los responsables políticos actúan desde la verdad y con lealtad. Y quiero agradecer el compromiso y la responsabilidad de todos.
P-. Los alcaldes, como autoridades más cercanas a la población, ¿cómo deben informar y actuar?
R-. Las diferentes autoridades deben liderar la gestión de esta crisis, desde el gobierno a los alcaldes, pasando por los gobiernos autonómicos. Tienen como uno de sus cometidos más importantes dar confianza y seguridad desde el rigor y la seriedad. El objetivo es convencer a la ciudadanía de lo que es lo adecuado y esa es la manera de construir confianza mutua: estando cerca, explicando bien las cosas y manteniendo abiertos de forma permanente los canales informativos.
P-. ¿Cómo debe ser la relación entre la sanidad pública y la sanidad privada en esta crisis?
R-. Tenemos la mejor sanidad del mundo, los mejores profesionales y los mejores medios técnicos. La sanidad pública y la privada ya colaboran de forma natural en tiempos normales y mucho más lo están haciendo ahora. Todos los medios, sin etiquetas, están puestos en estos momentos al servicio de los ciudadanos. Nuestros profesionales sanitarios especialmente merecen el reconocimiento y el apoyo de la sociedad en estos momentos.
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