Esta semana, La República, uno de los diarios económicos y financieros más importantes de Colombia, ha publicado la nueva tribuna de Núria Vilanova titulada Más empresas, más mujeres, más igualdad. Uno de los grandes avances del siglo XX fue la plena incorporación de la mujer al mercado laboral, aunque fue un proceso que no se hizo en condiciones de igualdad. En el caso de Latam, la brecha de género se sitúa hoy en 28% y tardará 59 años cerrarse. Además, se estima que el Covid-19 cause que se alcancen los 44 millones de desempleados en la región, afectando especialmente a las mujeres que trabajan en la economía informal.
«Es hora de actuar con contundencia, porque la brecha de género no solo sigue ahí, sino que lleva camino de agrandarse. Y, como se puso de manifiesto en el reciente ‘Encuentro de Mujeres Líderes Iberoamericanas’, organizado por el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (Ceapi) y Casa América, se necesita una actitud constructiva para solucionarlo.
Para la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, el reto es evitar que el quédate en casa, en el caso de las mujeres, se convierta en quédate en casa para siempre. Nunca se podrá hablar de recuperación si combatir la desigualdad de las mujeres no se convierte en tema central de las políticas públicas. Esa lucha debe acompañarse de conductas en las que se valore a las empresas por su éxito, pero también por ser respetuosas con valores como la igualdad de género. Un cambio que ya se produce en un G-20 que ha incluido en su agenda el liderazgo femenino en las empresas.
En ese mismo ‘Encuentro de Mujeres Líderes’, la presidenta del Grupo Diarq y fundadora de Dalia Empower, Gina Diez Barroso, pedía a las mujeres que reivindiquemos nuestras habilidades y capacidad de lucha y nuestro poder. Hay que cambiar el discurso y centrarlo en los negocios, porque las empresas saben que abrir espacios para la diversidad genera utilidad.
En esa línea, Gema Sacristán, directora general de Negocios del Banco Interamericano de Desarrollo para el sector privado (BID Invest) apuntaba que la igualdad de género es un factor cada día más valorado por los inversores, y que las compañías que potencian la presencia de mujeres en ámbitos de decisión pueden llegar a cotizar hasta 44% más en bolsa. Y, en este aspecto de impulsar la igualdad, Colombia destaca en positivo por la labor de Bancolombia, que en colaboración con BID Invest ha creado el primer bono de género.
En la experiencia, en el diagnóstico y en las propuestas de estas tres grandes mujeres iberoamericanas queda claro que hablar de mujer y de Iberoamérica es poner el foco en los problemas que estamos viviendo, pero también en las soluciones. Y aquí mi propuesta, y la de las compañías que formamos parte de Ceapi y compartimos una misma meta, la de hacer más Iberoamérica a través de los empresarios.
Empresarios que necesitan creer para crear. Creer en el equipo, en el proyecto de país y en la sociedad. Y generar soluciones a través de las empresas y el empleo. Combatir la desigualdad y la brecha de género exige contar con los empresarios y poner en valor su impacto social. De la misma forma que transformar la economía informal en formal es un modo de ayudar a esas empresas y a los millones de mujeres que trabajan en ellas.
Es el momento de activar mecanismos de apoyo a las empresas y de integrar a la mujer como un activo para generar beneficios empresariales. La crisis provocada por esta pandemia nos da la oportunidad de que estos dos procesos vayan de la mano; de que las ayudas públicas sean palanca de cambio que acelere la igualdad de género en el ámbito privado. Una fórmula que se resume en más empresas, más mujeres, más igualdad».
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