Recién finalizadas las elecciones y sin ningún escenario claro, es momento de mirar hacia delante y anticipar las posibilidades que arrojan los resultados del 20-D para los próximos meses. Una cosa es segura, la negociación será el actor clave de este escenario postelectoral.
Certezas:
- No hay claros vencedores: el Partido Popular continúa siendo la fuerza más votada en el conjunto del país, sin embargo pierde más de 60 diputados y la mayoría absoluta en el Congreso; el PSOE obtiene su peor resultado histórico con 90 escaños, pero evita el desplome que algunos predecían – así como el temido sorpasso de Podemos- que aunque consigue un excelente resultado no se convierte en la primera fuerza de la izquierda; Ciudadanos logra una fuerte entrada en el Parlamento con 40 escaños, un hecho histórico que queda descafeinado por las altas pretensiones de este partido.
- El bipartidismo se desploma, pero evita el sorpasso: la lectura más clara de la noche electoral es el fin del bipartidismo, que pasa en apenas 8 años de sumar más del 84% de los votos a no llegar al 50% en estos comicios. Los partidos tradicionales han sufrido un fuerte recorte que, sin embargo, no ha llegado al punto de desplazar a ninguno de los grandes a la tercera posición. El PP mantiene el primer puesto en votos y escaños y el PSOE, aunque se queda cerca de Podemos en intención de voto, logra 21 escaños de diferencia con este. No ha sido así en el Senado, donde el bipartidismo continúa siendo dominante y el PP conservará la mayoría absoluta de la que ya disfrutaba en la pasada legislatura.
- El pacto y la negociación: aunque estos resultados pueden prestarse a diferentes lecturas, una evidente es que la negociación entrará en tromba en la vida política española. Si hay Gobierno será en minoría, lo que significa que el foco legislativo pasará del Consejo de Ministros al Parlamento, donde el pacto y el diálogo cobrarán protagonismo para sacar adelante cualquier reforma.
- Legislatura corta: aunque es aventurado colocar este punto como certeza, parece que la mayoría de actores políticos y analistas coinciden. La dificultad a la que se enfrentarán los partidos para formar un Gobierno fuerte, unido a los intereses propios de estos, pronostican una legislatura corta. La clave será ver si lo suficientemente corta para repetir elecciones en 2016 o algo más adelante.
Posibilidades:
- Gobierna el PSOE: A pesar de haber obtenido sólo 90 escaños, la aritmética electoral deja al PSOE como el mejor posicionado para lograr formar Gobierno. Para ello necesitaría el apoyo explícito de Podemos –que ya prepara sus exigencias, entre las que se encontraría una reforma de la Ley Electoral- , así como la abstención de Ciudadanos o de hasta cinco partidos diferentes, entre los que se encontrarían varios nacionalistas.
- Gobierno del PP: Aún siendo la lista más votada, el PP dependería para gobernar de la abstención de su mayor rival histórico, el PSOE. Una opción que ha sido descartada por Pedro Sánchez y que dejaría al Partido Socialista en una delicada posición de cara a futuras citas electorales.
- Repetición de elecciones: Si en el plazo de unos tres meses no existe acuerdo de investidura, el Parlamento quedaría disuelto y se convocarían nuevas elecciones con un resultado incierto. Aunque entra dentro de lo posible, quedan tres meses de intensa negociación antes de plantear seriamente este escenario.