Pensaba escribir un gris post sobre innovación en metodologías proyectivas, y al final he decidido darle color y hablar sobre su uso, abuso y mal uso en las campañas de comunicación interna, y la influencia que puede tener sobre las personas que las ven. Un poco de psicología del color para un día gris como el que ha amanecido hoy. Veamos. Leamos.
Hace unos meses escribí un post sobre la importancia de la música en la comunicación interna, hoy le toca el turno al color. Resulta que las cosas no tienen color; ni pink panther es rosa, ni yellow submarine amarillo, ni black friday negro. Bueno, esto último sí. Pero la verdad es que los colores no existen, solo es luz, y la interpretación que da el cerebro a cómo reflecta en los objetos. Y de eso va este post, del color en las campañas de comunicación interna, y de cómo influye cada uno para provocar o evitar la emoción o reacción que pretendemos.
AMARILLO
Aunque en teatro esté prohibido, en comunicación es el color del optimismo y el positivismo. En combinación con el negro es un clásico de las campañas de seguridad laboral en entornos industriales. Yo lo uso mucho como fondo para composiciones tipográficas con mensajes de alto impacto, pues ofrece resultados visuales muy modernos y efectivos. Yo me la juego con marcas frescas y jóvenes, pero para negocios más tradicionales como la banca o los seguros, ni se me ocurre…
AZUL
Es sinónimo de paz y tranquilidad. Es un color serio y armónico que transmite confianza y seguridad y lo usan tanto grandes corporaciones financieras para mostrarse como solventes, conservadores y serios, como modernas compañías de tecnología para reforzar su carácter trasgresor, innovador y transformador. Para mi es un comódity sin riesgo, siempre funciona y si no te la juegas en exceso, permite alguna combinación relativamente osada.
ROJO
Sin duda su principal atributo es la pasión, pero también es un sinónimo de peligro. Es un color muy agresivo que provoca y potencia una acción determinada. Combinado con el blanco es visualmente más eficiente que el negro y amarillo. La combinación con otros colores es poco acertada y recomendada. Es un clásico para las llamadas a la acción o para comunicaciones urgentes y agresivas.
NARANJA
Se trata de un color eminentemente entusiasta y se usa mucho para transmitir conceptos desenfadados o acciones de ocio. Además de para temas lúdicos, yo lo uso mucho para comunicar temáticas disruptivas. Es fresco y divertido en entornos digitales, pero tiene comportamientos sorprendentes y sorpresivos en el mundo offline. Recomendable para campañas de beneficios sociales, actividades familiares o incluso formación y desarrollo. Dale protagonismo y no lo intentes combinar con otros.
VERDE
Se dice que es el color de la esperanza y con razón, pues es una invitación a renovarse y una promesa de renacimiento. Aunque en comunicación su uso se vincula casi en exclusiva a conceptos ecológicos, ecoeficientes, ecologistas o ecoloquesea, es un color ideal para transmitir salud, bienestar y relajación. Salvo solicitud expresa, no soy muy de usarlo pues me conduce hacia esos lares sin control, pero su uso moderado refresca cualquier comunicación.
ROSA
Seguimos viviendo en un mundo de hombres donde el rosa es sinónimo de feminidad y por ello, se asocia con conceptos estereotipados de dulzura, delicadeza, pureza y amor. A mi me parece un color valiente para hablar de cualquier cosa y sobre todo, para temáticas relacionadas con temas humanos como esfuerzo, justicia, reconocimiento o valores.
NEGRO
Es un color ambiguo pues su espectro de posibilidades abarca desde lo más creativo a lo más convencional, desde lo más elegante a lo más vulgar, desde lo más llamativo a lo más anodino. Aunque provoca rechazo en las mentes más conservadoras por su vinculación tradicional a lo oculto, la muerte o lo prohibido, yo lo uso mucho para transmitir elegancia, sobriedad y formalidad.
BLANCO
Sin duda cuando lo vemos, pensamos en pureza y sencillez. Su uso es muy complejo pues es fácil parece que te mueves en territorios de incapacidad o inapetencia creativa. Para mi es el fondo natural de cualquier comunicación ya sea de forma pura, o velando imágenes de fondo. Además al ser el único color que no es un color, no hay brand guardián que no lo admita…
OTROS
Y sí, hay muchos más que pueden entrar en mi categoría de color. El marrón, que habla de comodidad y seguridad. El morado, que es sofisticado y elegante de forma moderada, y que evoca nostalgia. El dorado, que remite a un entorno de exclusividad y lujo que muchas comunicaciones precisan. El gris que es sobrio y elegante, aunque un poco aburrido. Y no quiero seguir bajando por no caer en universos animales, vegetales o minerales…
TODOS
Este es mi preferido y quien me conoce sabrá que no soy yo de confundir el control con el sometimiento. Mi brandbook de comunicación ideal es el que contempla una amplia gama cromática que va desde Mercurio a Urano, pues este debe estar a mi servicio para transmitir la calidez de una campaña de salario emocional, o la frialdad de una acción de ciberseguridad.