El pasado 8 de octubre el Secretario General de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, con motivo de su visita oficial a España, anunció la fecha de la celebración de la Cumbre de la OTAN 2022. En este encuentro, que se celebrará en Madrid, se acordará un nuevo concepto estratégico de los aliados y tendrá lugar el 29 y 30 de junio de 2022, coincidiendo con el 40 aniversario de la incorporación de España en la Organización.
Desde su adhesión, España ha jugado un papel relevante como resultado de su posición estratégica en el Mediterráneo. Esta ventaja geopolítica no solo ha facilitado el diálogo con los países del Norte de África y Oriente Medio, sino que en el largo plazo también permitirá que el país desarrolle un rol determinante en la modernización y renovación de los postulados de la OTAN.
Teniendo en cuenta el complejo escenario político actual, tras la crisis del COVID-19 y el aumento de la incertidumbre acerca del impacto que la organización tiene en nuestra sociedad, la Cumbre de 2022 será un momento clave en la promoción de la cohesión interna, la unidad y supervivencia de la Alianza ante los retos en materia de defensa y seguridad transatlántica del momento.
Entre otros, la colaboración entre la OTAN y la Unión Europea (UE) ocupará un punto relevante en la agenda de la Cumbre. En los últimos meses se ha podido observar el aumento de la crítica hacia la Alianza por parte de los Estados miembros que la componen, destacando las declaraciones de Francia, país en el que la oposición está presionando a su presidente, Emmanuel Macron, para que la abandonen. De manera paralela, los Estados miembros de la UE comienzan a ejecutar de forma más activa la creación de un ejército europeo con el que se garantice la seguridad de sus ciudadanos y se proteja de las potenciales amenazas en sus fronteras.
Aunque en este momento algunas voces ponen en duda la colaboración entre la OTAN y la UE, esta ha aumentado sustancialmente en comparación con la observada a inicios del siglo XXI. De hecho, el pasado 7 de julio de 2021, se aprobó la Resolución del Parlamento Europeo sobre la cooperación UE-OTAN en el contexto de las relaciones transatlánticas, texto en el que se indica que, a pesar de la distinta naturaleza que ambas organizaciones tienen, su crecimiento y evolución es coordinada, destacando el ritmo sincrónico que ambas mantienen ante el contexto geopolítico volátil actual. El desarrollo de un nuevo Concepto Estratégico conjunto, la cooperación entre Estados miembros en materia de inteligencia, el desarrollo de análisis de las potenciales amenazas y retos, así como la creación de una visión conjunta para afrontar los problemas futuros, destacan como los puntos más relevantes dentro de la actual colaboración.
El pasado 16 de octubre, Josep Borrell, alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, se reunió con la subsecretaría estadounidense de Defensa, Kathleen Hicks con quien abrió la vía hacia un acuerdo sobre un sistema europeo de defensa complementario a la OTAN. Este sistema permitiría que no solo los estados miembros y sus estructuras militares formen parte el, sino que también el sector de industria de defensa europeo pueda jugar un mayor papel y disfrute de mayores oportunidades. El pasado junio, la Comisión Europea puso en marcha el primer Fondo Europeo de Defensa, un paquete de decisiones en apoyo de la competitividad y la capacidad de innovación de la industria de defensa de la UE. En el marco del programa precursor del Fondo Europeo de Defensa (FED), que cuenta con 23 convocatorias de propuestas que recibirán financiación de la UE por un valor total de 1.200 millones de euros, el Programa Europeo de Desarrollo Industrial en materia de Defensa (PEDID) cuenta con 26 nuevos proyectos que recibirán financiación con cargo a un presupuesto de más de 158 millones de euros.
Con esto, el Fondo Europeo de Defensa busca incrementar las sinergias con otros programas y políticas civiles de la UE, con el objetivo de fomentar la entrada de nuevos agentes y reducir las dependencias tecnológicas. La Unión Europea mantiene no solo su compromiso de colaboración con otras organizaciones internacionales en el ámbito de la defensa, como es el caso de la OTAN, sino que busca nuevas oportunidades para las industrias del sector a través de las diversas oportunidades de financiación y apoyo a proyectos, permitiendo así abordar las dificultades y retos que el sector europeo puede enfrentar en un futuro.
Por: Ana María Martín Elvira, consultora junior de ATREVIA Bruselas.