En los últimos meses he tenido la suerte de asistir a dos conferencias en las que se habló del concepto de singularidad tecnológica. Es sorprendente porque no tengo claro que sea un término muy popular y que todo el mundo identifique.
Una de ellas fue la del profesor José Luis Cordeiro, fundador de la Singularity University, en la que hablaba de la evolución de la tecnología y la sociedad durante los últimos 20 años, y de cómo será en los próximos 50. Aquí podéis ver algunas de sus ideas.
Resulta que el término «singularidad tecnológica» se refiere al momento en el que las máquinas adquieran tal nivel de inteligencia, que sean capaces de programarse ellas solas y evolucionar como una especie independiente. Es decir, será ese momento en el que la Inteligencia Artificial se equipare a la inteligencia humana y provoque que la raza humana, los robots y sistemas informáticos convivan y compartan un mismo “planeta”.
Una vez descubierto qué es la singularidad, es fácil que todos podamos extrapolarla a otras ámbitos de la vida y a situaciones que a todos nos afectan directamente. Si las máquinas son capaces de evolucionar por sí mismas, coparán entornos en los que los humanos ya no seremos necesarios. Por ejemplo, es de suponer que los robots serán capaces de gestionar la agricultura, la ganadería, la industria y otras tantas actividades sin la ayuda del hombre.
Pero, yendo a nuestros intereses, ¿que pasará con el periodismo y con la comunicación? Si las máquinas serán capaces de gestionar las labores rutinarias y la comunicación entre las personas y con las empresas, ¿cómo será la comunicación del futuro?
Viendo los procesos actuales y la tecnología vigente, es fácil deducir que los métodos cambiarán y que el modelo no será el mismo que el actual. A día de hoy, comunicamos de una manera muy diferente a la de hace unos cuantos años. Tenemos canales que nos permiten llegar directamente a nuestros públicos, se ha producido una desintermediación total con nuestros receptores y las herramientas tradicionales han dejado de ser “tradicionales” para adaptarse a los nuevos formatos.
En la consultoría siempre hay un factor humano muy importante por detrás. Con la experiencia y el conocimiento de los expertos, se crean modelos de comunicación predictivos a través de los cuales podemos llevar nuestros mensajes a quienes son importantes para nosotros o para nuestras empresas. Esta labor “en la sombra”, hace que sea más fácil y más efectiva nuestra forma de interactuar con nuestros públicos. Pero, ¿cómo será si en el futuro son las máquinas las que se encargan de esta labor? ¿Será necesaria la comunicación en el futuro?
Lo que sí está claro es que la comunicación siempre será necesaria. Tanto entre los seres humanos como con las máquinas, siempre llegamos a la tan nombrada Singularidad. Lo que cambiarán serán las herramientas y los procesos. Es decir, otro cambio de modelo tan de actualidad ahora mismo en el sector.
Seguramente ya no enviemos notas de prensa y las redes sociales no serán como las conocemos y utilizamos actualmente. Probablemente la tecnología la llevemos incorporada en nuestro cuerpo o en nuestros genes y nos comunicaremos de maneras que no somos capaces de vislumbrar hoy. Pero nos comunicaremos, porque eso es inherente al ser humano y nunca podremos prescindir de ello.
Eso sí, no paro de hacerme la pregunta: ¿y cómo será? Aún nos queda tiempo para imaginarlo mientras vamos viendo nuevas tecnologías y sistemas de comunicación cada día que nos facilitan y cambian la vida.