El primero de ellos es saber identificar los KPIs y las tendencias que suman en la era de la sobreinformación. Algo vital en contextos cambiantes de convivencia entre la inflación y la alta presión de ventas en los que se hace difícil saber dónde poner el foco y los esfuerzos. En este sentido, es importante no olvidar que los consumidores buscan marcas más humanas y cercanas, y cada vez hay menos espacio para las ideas confusas u opacas.
El segundo reto va de convertir a tus consumidores en “brandlovers”. Estos, además de garantizar brand awareness en todos los canales, son una puerta directa a la conversión. El aumento transgeneracional de la frecuencia de uso en redes sociales -3h diarias en España- y el éxito de canales más complejos y multiformato como TikTok o WhatsApp convierte a las marcas en obligadas creadoras de contenido y tendencias. De aquí la importancia de que el ecosistema de canales de una compañía sea mucho más que un catálogo de productos o servicios. Hay que crear hubs de contenido atractivo para los seguidores de la marca, a los que hay que ver no solo en clave género y edad, sino teniendo en cuenta sus gustos, hábitos, prioridades, causas y preocupaciones.
Tercer reto: rentabilizar la influencia. Los creadores de contenido pueden ser aliados y ayudarnos a humanizar los mensajes de la marca, aportando su personalidad y creatividad, o pueden quedarse en un mero canal de publicidad. En ATREVIA hemos creado una nueva operativa en esta área que hemos llamado el Círculo de la Influencia, que integra la estrategia en las dinámicas de trabajo como activo de comunicación y como herramienta de marketing 360º en sectores como salud, finanzas, alimentación y belleza. Nuestra experiencia nos confirma que, para que las estrategias funcionen, tener un enfoque amplio es imprescindible. Pretender conseguir resultados con una acción de influencers sin estrategia es como gritar desde el medio del océano y querer que te escuchen desde la costa.
¿Y cuál es el cuarto reto? Pues nada más y nada menos que transmitir nuestro propósito de marca. En esta era de las marcas activistas es esencial conectar con nuestra audiencia por medio de un propósito claro y fuerte, que nos sirva de paraguas para todo lo demás. Se sabe que son muchos los consumidores que toman decisiones de compra basadas en la información sobre la actividad medioambiental y social de las marcas.
Sin duda la mejor manera de afrontar estos 4 retos es unir la estrategia con la creatividad, a la vez que creamos contextos en los que los consumidores puedan relacionarse con las marcas de una manera eficaz. Frente a ello, encontramos sin duda importantes desafíos como el impacto de la Inteligencia Artificial, la llegada de nuevos formatos, o la necesidad de potenciar los contenidos cross-media.