En pleno momento de transformación, la creatividad se ha posicionado como un factor clave para acelerar el cambio o la evolución necesaria que demandan los nuevos tiempos. Pero por supuesto no podemos olvidar que la creatividad sin control tampoco es nada, y que el rigor metodológico de rrhh es necesario para que no todo sean fuegos artificiales. En este post reflexiono sobre cómo la clave está en encontrar el punto medio entre razón y corazón o más bien, en la suma de ambos. Veamos. Leamos…
Como siempre digo, ser creativo además de una aptitud, es una actitud ante la vida. Y por supuesto si tienes suerte, lo puedes convertir en una profesión y vivir de ella. Recursos Humanos siempre ha mirado con cierto recelo a los creativos, pues consideraba su aportación como un “pinta y colorea” necesario para poder dar salida a su sesudo trabajo.
Había una completa y absoluta falta de entendimiento entre ambas partes al hablar lenguajes distintos, manejar tiempos distintos, tirar de baremos presupuestarios distintos… Esto abrió más la brecha entre creatividad y recursos humanos, pero como la necesidad seguía estando, empezaron a surgir profesionales de la creatividad que se preocuparon en hablar el mismo lenguaje que los directores de recursos humanos para entender sus necesidades y ofrecerles soluciones creativas reales, eficientes y duraderas en el tiempo. Y todo, más o menos, empezó a fluir. Los directores de recursos humanos empezaron a demandar cada vez más servicios de agencias creativas exclusivas de comunicación interna y talento sabiendo que más que un mal necesario, era un interesante aliado para conseguir los objetivos perseguidos con su acción.
Pero, de repente, llega el Covid-19 y de nuevo, lo altera todo. Ojo, como siempre digo, la pandemia no ha cambiado nada, solo lo ha acelerado y en el caso de la creatividad y los recursos humanos, más. Y es que ahora vivimos un este extraño momento de desconexión entre personas y sus compañías que han hecho replantear muchas cosas. Entiendo que ser Director de Recursos Humanos hoy en día debe ser bastante frustrante, pues a pesar del enorme esfuerzo que se ha hecho para mantener el engagement durante los duros meses de la pandemia, el nivel de desconexión y negativismo es alarmantemente preocupante.
Según un informe de Linkedin de inicios del pasado año, que de esto del mundo laboral un poco entiende, una de las skills más demandadas y valoradas en el 2021 será la creatividad. La creatividad, que no los creativos, se establece como un elemento fundamental para avanzar en estos momentos de incertidumbre, y es labor de recursos humanos hacer que la innovación forme parte de la cultura corporativa y se implemente de forma natural como es el caso de la eficiencia o la honestidad.
Debemos ser conscientes de que de forma individual somos más débiles que unidos. Yo como creativo por mucho que lea, estudie, hable y piense, no soy profesional de los recursos humanos. Un profesional de recursos humanos por muy creativo que sea no es profesional de la creatividad. Y un consultor por mucha teoría que vierta en sus sesudos powerpoints, tampoco tiene la varita mágica para hacer que las cosas pasen.
Cuando hace tan solo un año nos enfrentamos a uno de los momentos sociales y laborales más relevantes de nuestra historia reciente, no nos preguntamos cómo lo íbamos a hacer, simplemente lo hicimos. Hoy creemos que todo está a punto de terminar, pero debemos ser conscientes que no, que esto no ha hecho más que empezar. La creatividad no es una ciencia exacta ni los recursos humanos exactamente una ciencia, pero si somos capaces de unir esfuerzos ya no nos asustará el cambio, porque seremos causa y efecto del mismo. Y cierro con una maravillosa frase atribuida a Einstein: “La imaginación es más importante que el conocimiento, pues el conocimiento es limitado y la imaginación lo abarca todo…”. Por qué conformarse con menos?