Sería absurdo negar que los bloggers son grandes prescriptores de productos y servicios. Un público influyente que en los últimos años ha ido cogiendo más protagonismo en la estrategia de comunicación de marcas de moda, belleza y consumo.
La relación entre los bloggers y las marcas es cada vez mayor y más ambiciosa, llevando a cabo todo tipo de colaboraciones comerciales: desde ser la imagen de una campaña publicitaria, pasando por invitarles a presentaciones exclusivas y enviarles un sinfín de productos para que puedan probarlos o lucirlos en su outfit.
El mundo blogger está viviendo un boom sin precedentes, en el que Instagram ha jugado un papel clave. ¿Quién tiene tiempo para leer las cientos de entradas que se publican día a día en los blogs de moda y lifestyle?
Parece ser que ahora mismo lo más importante es la imagen y la inmediatez que proporciona esta red social, que al mismo tiempo brinda la oportunidad a los influencers de diferenciarse del resto de forma más directa y mostrar al púbico –y a las marcas- su capacidad de influencia e interacción con sus usuarios.
Y aquí es cuando las cifras se disparan, pues hay bloggers e instagramers que están llegando a ganar miles y miles de euros por hacer y compartir una única fotografía en la que aparezca una marca. Danielle Bernstein, de 22 años y autora del blog We wore what, explicó que por publicar una fotografía patrocinada en su cuenta de Instagram –con más de un millón de seguidores – tiene establecida una tarifa de entre 4.500 y 13.500 euros por foto, según los términos del acuerdo.
Sin duda son cifras que para muchos pueden parecer desorbitadas, pero que cada vez hay más marcas dispuestas a pagar.
Que haya influencers que hayan convertido su blog y redes sociales en su fuente principal de ingresos no es ningún secreto. Tampoco es ilícito. Pero se deben tener bien claras las reglas del juego…
Muchas de las publicaciones que se hacen en los blogs o en redes sociales no están estrictamente marcadas como publicaciones patrocinadas, por lo que podríamos estar hablando de publicidad encubierta. Y las autoridades se están empezando a fijar en ello.
El otro día, La Vanguardia en su versión online se hacía eco del caso de Songs of Style, que recientemente ha firmado un contrato de un año de duración con una conocida firma de maquillaje, por el cual la blogger recibiría 500.000 dólares a cambio de generar una serie de contenidos y asistir a sus presentaciones como embajadora.
Por mucho que la blogger anunciara a sus usuarios la colaboración con dicha marca mediante una publicación, la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos ha considerado que la influencer estaba incumpliendo las normas de la Comisión al no especificar en cada publicación que existe una relación comercial con la marca. Un hecho no aislado, para el que no es difícil encontrar otros ejemplos.
¿Se avecinan aires de cambio?