“Es el momento de ser más solidario que nunca y colaborar en la medida de lo posible con la sociedad”
En estos momentos de incertidumbre y temor por la extensión de la pandemia de COVID-19, ¿qué pueden aportar las compañías, ellas mismas afectadas por la crisis, a la sociedad?
Esfuerzo y solidaridad de manera prioritaria. Es un momento en el que hay que tener altura de miras y dejar de ver solo el árbol para fijarnos en el bosque. Obviamente todo el tejido empresarial es consciente de que nos veremos obligados a ajustar presupuesto, a contener gastos… pero todo no puede quedar ahí.
Como empresarios, nuestro deber es mirar siempre el horizonte a largo plazo y es algo que en esta crisis tenemos, casi diría que debemos, que mantener para trazar desde ya el plan de salida. Un plan que contemple cómo ayudar también a proveedores, clientes y equipo humano.
Pero, además, hay sectores estratégicos que durante esta crisis vamos a ver crecer, porque nos van a aportar soporte necesario (energéticas, empresas de alimentación, logística, laboratorios farmacéuticos…). Son básicamente necesarios, porque son vitales para mantener a la población. Otros sectores, como son los centrados en la cultura y en el ocio, entre los que está mi empresa, nos tenemos que centrar en hacer más llevadera esta situación en el hogar.
Por otra parte, es el momento de ser solidario y colaborar en la medida de lo posible con la sociedad. Nosotros hemos contribuido liberando gratuitamente todo el contenido de nuestra aplicación iCuadernos durante el tiempo que dure esta situación. Además, hemos ampliado la capacidad del servidor para que todo el mundo pueda acceder. Esa ha sido nuestra aportación, nuestro granito de arena.
¿Cuál es, a su juicio, el papel que debe desempeñar el CEO de una compañía en una situación como la que vivimos?
Ahora hay dos posturas en el empresariado. Una apunta a que la economía no se puede detener de manera absoluta y otra, minoritaria, que apoya medidas más drásticas y parar toda actividad que no sea vital. Personalmente, creo que los trabajadores están por encima de todo, pero mientras se pueda trabajar hay que hacerlo lo mejor posible para ofrecer nuestro servicio.
En estos momentos, los empresarios tenemos que ser muy serios, porque tenemos una responsabilidad con nuestros equipos y con la sociedad que consume nuestros servicios o productos. Somo generadores de empleo y de riqueza, por lo que tenemos que evitar el pánico y hacer una proyección acertada que permita la viabilidad de nuestros proyectos y la permanencia, en la medida de lo posible, de los empleos.
Hacer esta reflexión resulta más sencillo si se ha gestionado correctamente el capital, con un nivel de caja saneado que permita tener pulmón en estos momentos. Las empresas tienen que aportar parte de sus beneficios para afianzar más sus cimientos, sobre todo en los momentos de bonanza, para asegurarse de generar una empresa lo suficientemente fuerte y flexible. En este sentido, las empresas que tienen ya esa capacidad de adaptación rápida, por las decisiones tomadas con anterioridad, serán las que salgan mejor paradas de esta situación.
¿Cómo deben actuar las compañías, cuáles deben ser las prioridades ahora?
Creo que hay que tener tres grandes prioridades: proteger a sus empleados, salvar el negocio y contribuir socialmente en la medida de las posibilidades de cada uno. Además, es importante fortalecer el sector en el que se opera. Hay que hacer que la empresa funcione de la mejor manera posible, siempre respetando y teniendo por encima las reglas del riesgo que conlleva una pandemia, en este caso. Los salud de los trabajadores están por encima de todo.
Desde la editorial que usted dirige, de nombre mítico para generaciones de niños en España, y en un momento de cierre de escuelas y centros infantiles ¿qué iniciativas se han adoptado para apoyar a empleados, familias, colegios
Para nuestros empleados se ha creado un plan de prevención para garantizar su salud y contribuir a frenar la propagación del virus. De esta manera, todo el personal de la editorial que no está en tareas de producción y logística está realizando su trabajo en remoto, desde sus hogares. Para el personal de talleres, producción y logística, hemos establecido turnos estancos y adoptado las medidas indicadas desde las autoridades sanitarias, para asegurar su seguridad..
En cuanto a nuestro público, maestros, colegios y las familias con niños hemos optado por una doble vía. Por una parte, tratar de garantizar que todos los niños que tienen conexión en sus casas (que lamentablemente no son todos) tengan acceso gratuito a todo el material de RUBIO disponible en nuestra aplicación iCuadernos. Por otro lado, hemos adaptado rápidamente nuestra logística para poder atender la creciente solicitud de material en nuestra tienda online y, de esta manera, garantizar que los cuadernos didácticos llegan a los hogares que lo solicitan, para que los niños y niñas no pierdan el ritmo de aprendizaje y puedan también repasar los conocimientos adquiridos. Pero también hay que pensar en nuestros distribuidores, para los que ya estamos estudiando medidas de ayuda una vez que se recobre la normalidad, como por ejemplo, proporcionarles facilidades en los pagos.
¿Cuáles son las claves para gestionar un sector que da apoyo a la educación infantil en estas especialmente difíciles circunstancias?
Aquí, una vez más hay que estar a la altura, para dar lo más rápidamente posible herramientas a esos profesores y familias para que los alumnos puedan continuar con su formación durante este periodo de reclusión. Esto supone liberar plataformas, generar píldoras de formación online, donar material para colectivos que no tengan acceso a las redes sociales… En fin, las iniciativas son muchas y muy diversas, y cada uno de los actores implicados en el sistema tenemos que contribuir en la medida de nuestras posibilidades.
Los maestros son un colectivo, por sí mismo, inquieto y acostumbrado a formarse de manera autónoma. Esto va a ayudar, y mucho, a que puedan gestionar mejor esta situación, pero hay que estar a su lado y tratar de darles soporte para hacerles, también a ellos, más sencilla esta complicada e inesperada situación para la que nadie estaba suficientemente preparado.
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