Margarita Hermo
Directora de la Asociación Gallega de la Empresa Familiar
¿Cuáles son las prioridades de las empresas familiares en estos momentos de crisis?
Lo primero es, por supuesto, la salud pública, por lo que los esfuerzos se están dirigiendo a colaborar con el ámbito sanitario y con las personas que se están viendo más perjudicadas por esta situación. Y ya no solo durante esta crisis, sino siempre y debido a su naturaleza, lo primordial para las empresas familiares son las personas que forman parte de sus equipos.
¿Qué pueden hacer las empresas familiares por la sociedad? ¿Qué pueden aportar específicamente desde su ámbito?
En las últimas semanas hemos visto que las empresas familiares se han volcado completamente a través de diferentes acciones en beneficio de la sociedad, y creo que están dando un gran ejemplo de su compromiso solidario. Y no sólo con donaciones: su compromiso social va más allá. Por un lado, las empresas familiares esenciales, a pesar de las dificultades, están cumpliendo con su deber de proporcionar servicios y productos al país. Y aquellas que han tenido que cesar su actividad, me consta que están trabajando internamente en tratar de minimizar lo más posible esta crisis, de forma que no se destruya empleo y por ende, industria.
Las empresas familiares, ¿van a salir?
Las empresas familiares han demostrado en otras ocasiones que superan mejor las crisis. Se ha visto con la anterior crisis económica de 2008. Así que, con estos antecedentes, esperamos soportar mejor las consecuencias de esta, pero necesitamos ayuda. En el caso de Galicia, la Xunta ha creado un comité de expertos que evaluará el impacto económico de la crisis del coronavirus, en el que participa la Asociación Gallega de la Empresa Familiar y donde esperamos poder ayudar, en la medida de lo posible, para que entre todos salgamos de esta situación.
Pensando en el fututo, esta crisis ¿va a entrañar cambios en las empresas familiares?
Sin duda, para muchas empresas, especialmente las pequeñas y medianas empresas, y para los autónomos, que son al fin y al cabo el germen de las empresas familiares. Para todos ellos será muy difícil mantener la actividad en esta delicada situación, que traerá consecuencias importantes para nuestra economía a todos los niveles. Por ello, es preciso contar con medidas que ayuden a proteger el empleo y retomar la actividad para generar crecimiento. Es necesario contar con una hoja de ruta que permita reconstruir el tejido empresarial, ya que no debemos olvidar que las empresas familiares son el principal sostén de la economía española.
La empresa familiar ha tenido siempre un gran arraigo de los valores de su fundador en su actividad, un factor muy diferenciador. ¿Es mayor el compromiso ético en estos momentos? ¿Cuáles son las líneas en las que se están centrando?
Creo que la solidaridad que están mostrando las empresas familiares en estos momentos no es más que una continuación de sus compromisos. La responsabilidad social está en el ADN de las empresas familiares. Desde el inicio de la crisis sanitaria, han puesto al servicio de las autoridades y de la sociedad en general todas sus capacidades y recursos para remar juntos para la recuperación. Y seguir trabajando para que no falte de nada también es un compromiso con la sociedad.
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