Filipinas salta a los titulares de la prensa internacional. Periódicos, informativos, publicaciones digitales nos bombardean con la noticia del presidente filipino, Rodrigo Duterte, que se desahoga públicamente llamando ‘hijo de puta’ a Barack Obama en una reciente intervención en medios, convirtiendo así su aparición en un escándalo internacional lamentable e impropio del cargo que ocupa y la responsabilidad que ostenta. ¿Qué imagen ofrece?, ¿cómo impacta en su país? De momento, se canceló el encuentro bilateral de ambos mandatarios en Laos.
Sin duda, el ejercicio de portavocía conlleva una gran responsabilidad. El portavoz es la imagen y la voz de la compañía (o la institución) ante los medios. Lo que dice y lo que no, lo que hace y cómo lo hace, tiene consecuencias directas.
Es importante estar preparado, contar con las habilidades necesarias y tener un mensaje que cale, que interese y que impacte (positivamente, claro). En definitiva, tiene la ardua tarea de llegar a la audiencia y conseguir dejar un mensaje potente y de calado. Que se recuerde su mensaje y no por haber metido la pata, errado en la respuesta o insultado al presidente de los EE.UU.
Recordamos aquí algunos consejos clave que todo portavoz debería tener muy presentes:
- El reto es llegar a la audiencia con los mensajes clave. Hay que ordenar adecuadamente la intervención y lanzar mensajes sencillos y directos.
- Informar no es lo mismo que comunicar: hay que lanzar mensajes con impacto. Debemos hacer de lo importante algo interesante, que sea peculiar o realmente ¡que capte la atención!
- Hablar en titulares. Pocas ideas muy claras.
- Realizar intervenciones breves. No olvidar la regla de las 3 c’s (claro, corto y conciso).
- Cuidado con la imagen: ¡todo comunica!
- Para comunicar es esencial mirar a los ojos del interlocutor. Evitar caer en el error de mirar a cámara y no al periodista. ¡Queda antinatural!
- Utilizar las manos para reforzar argumentos. Transmitir tranquilidad y seguridad con movimientos amables y suaves.
- ¡Sonreír! Se llega más a la audiencia con una imagen agradable y positiva.
- Intentar relajarse. En la mayoría de los casos, el periodista no es el enemigo. Seguramente nos tranquilizará y ayudará en todo lo que pueda.
Los medios de comunicación son un espacio y una oportunidad muy valiosa que conviene aprovechar concienzudamente. ¡Es importante desarrollar, mejorar y potenciar las claves para una buena intervención ante el periodista!