
¿Eres feliz en tu trabajo? Todos sabemos que cuando alguien realiza sus tareas contento, lo hace mejor y el esfuerzo resulta mucho más gratificante. Sin embargo, ser feliz en el trabajo parece ser una de nuestras asignaturas pendientes. Y de las empresas.
Según el Eurobarómetro de 2014, aproximadamente un 80% de los trabajadores no se encuentran a gusto con su trabajo o sus condiciones laborales.
¿Es esta actitud ante al trabajo algo inherente al ser humano? ¿Quizás algunos tienen grabado aquel castigo primigenio del Génesis donde Adán y Eva fueron condenados a ganarse el pan con el sudor de su frente? ¿O quizás hay algo más?
La respuesta no parece encontrarse en postulados genéticos o divinos, sino en una tendencia errónea que durante años ha perpetuado la idea de que pasarlo bien en el trabajo es sinónimo de no estar haciéndolo adecuadamente.
Por suerte esta teoría se ha ido desmontando en los últimos años y las compañías comienzan a entender que mantener a sus empleados contentos no solo mejora el ambiente laboral sino también la productividad y el beneficio de la empresa.
En un país donde el 90% de las bajas laborales están relacionadas de uno u otro modo con el estrés y otros factores sociales del trabajo, parece obvia la necesidad de implementar medidas para atajar esta realidad.
Un empleado contento será menos propenso a sufrir bajas, trabajará de una manera más eficiente, incrementará su creatividad, estará dispuesto a aportar más y tendrá un deseo mayor de permanecer en la empresa.
De esta manera, una empresa saludable, con un ambiente laboral saneado y que promueve la felicidad, conseguirá ahorrar numerosos costes en bajas y nuevas contrataciones, generará equipos sólidos y cohesionados, fomentando el engagement y la retención del talento e incrementará sus beneficios con trabajadores dispuestos a dar lo mejor de sí mismos.
Pero, ¿cómo lo conseguimos? La respuesta es más sencilla de lo que parece: haciéndoles participar de la marca, demostrándoles que con su trabajo individual están construyendo un proyecto común, del que ellos son parte fundamental. El trabajador debe sentir la empresa como algo propio y para lograrlo es fundamental una buena comunicación interna, una adecuada y continua formación, un feedback constante y políticas adaptadas a las necesidades individuales del personal como la flexibilidad horaria.
Recuerda la frase de Víctor Pauchet “el trabajo más productivo es el que sale de las manos de un hombre contento”. ¿Vas a desaprovechar este potencial de promover la felicidad como estrategia de éxito?